viernes, 8 de febrero de 2013

El Campo en el mapa de Cáceres de la Exposición Iberoamericana de 1929

Foto enviada por Fco. J. D. F.
A lo largo de toda la geografía hay numerosos lugares denominados Plaza de España, sin duda el más representativo de tal nombre, se da cita, en la sevillana Plaza de España del parque de Maria Luisa, en la que se hallan representadas todas las provincias Españolas.
Cada una de ellas cuenta con un espacio propio, en forma de banco mural, con hornacinas laterales, y flanqueado por dos poyos que lo delimitan, todo en su conjunto ricamente adornado de azulejos, la cabecera coronada por el escudo provincial, y a los pies el mapa correspondiente, con las localidades más influyentes.
Los Reyes Católicos Juran los Fueros de Cáceres

Arco de la Estrella

En lo concerniente a la provincia de Cáceres, en el respaldo del banco de forma tríptica, se representan antiguas escenas de Cáceres, la parte central la ocupan los Reyes Católicos que a pie de muralla, juran los fueros de Cáceres,
(los fueros fueron establecidos por Alfonso IX de León tras conquistar la ciudad el 23 de Abril de 1229, en ellos se consideraba a todos sus habitantes como hombres libres, más tarde fueron ratificados y ampliados por Fernando III el santo, con la inclusión ironías de la vida de que no podían existir en la ciudad más palacios que los del Rey) a la izquierda se reproduce el Arco de la Estrella y a la derecha el del Cristo, ambos con inclusiones costumbristas, completan el tríptico roturaciones de Garrovillas, Cáceres, Montánchez, Navalmoral de la Mata, Jarandilla y Valencia de Alcántara, todo decorado con azulejos de la fábrica, Mensaque Rodríguez y Cia, decorados por el dibujante ceramista José Martínez del Cid.

El asiento y los poyos, muestran exuberante ornamentación floral y vegetal, con roturaciones de Hervás, Hoyos, Plasencia, Coria, Alcántara y Trujillo. A los pies del banco y franqueado por los poyos se extiende un sencillo mapa de Cáceres, de reducido contenido tanto gráfico como de localidades, las poblaciones cabezas de partido, marcadas con circulo negro y el resto circulo blanco, entre las que se encuentra el Campo.

Ni que decir tiene que en 1929 el Campo no era una localidad estratégica y representativa de la zona, de hecho ya no se llamaba así, pero allí está entre las cincuenta localidades que componen el mapa, ocupando un amplio espacio, en lugar de otros quizás de mayor resonancia.
Qué pudo influir para la determinante inclusión en tan importante representación, (la Sevillana Plaza de España fue el edificio más emblemático de la Exposición Iberoamericana de 1929) la respuesta tal vez esté en el pequeño mapa figurado por el Preceptor de Gramática y primeras letras, (lo que hoy diríamos el Maestro del Campo) la semi-catedral dibujada en él, por dicho Preceptor, en respuesta al cuestionario formulado por el geógrafo Tomás López, nos valió aparecer reiteradamente en su extensa obra, y en décadas posteriores, en las de sus predecesores, que al igual que él, tubo acceso a trabajos anteriores, sus sucesores lo tuvieron a los suyos, del taller del geógrafo Tomás López, (pionero en mapas parciales de provincias o partidos, suya es la colección más extensa de mapas provinciales) salieron grandes trabajos en vigor durante casi un siglo, y aunque en su época, la composición de las provincias no era la reflejada en los mapas de la Exposición, es muy similar su toponimia.
Tanto física como temática, a Extremadura le caía muy distante la Exposición Internacional de Barcelona celebrada el mismo año y apostó por la Iberoamericana, más próxima en todos los aspectos, esta suponía para ella una extraordinaria ocasión de darse a conocer a los países latinos y con pabellón propio se volcó en ello con todas sus fuerzas, recibiendo gran cantidad de elogios tanto por lo acertado de su pabellón como por el contenido del mismo.
Plano de situación

El mencionado pabellón del certamen sevillano, situado junto a la llamada puerta de Aragón, en la Avenida de Portugal, costó 220.000 pts y mostraba unas relevantes trazas de Vicente Traver y Rafael Arévalo, basadas en emblemáticas fachadas y lienzos de edificios de ambas provincias, como el Palacio de los Condes del Mayorazgo, Casa del Sol, Palacio Episcopal, Palacio del comendador Hernando de Ovando, Palacio de los Golfines, torre desmochada y Arco de la Estrella de Cáceres que ejercía de entrada principal, Casa Solariega de Gonzalo Pizarro (Trujillo), Monasterio de Yuste, (Cuacos de Yuste), Monasterio de Guadalupe, Convento de Santa Clara (Zafra), Torre de los Espaderos (Badajoz) etc. etc. el patio estaba inspirado en Guadalupe, con fuente gótica de brocal poligonal en forma de crucería de la Catedral de Plasencia.
Detalle de la Cocina

En cuanto a ornamentos las estancias estaban repletas de múltiples expresiones del arte y la vida cotidiana Extremeña, amén de las esculturas del museo de Mérida, la soberbia colección de pinturas de Hermoso y Covalsi, destacaba una extensa y clásica cocina de amplia chimenea, copia de una real de Alburquerque con figurines ataviados con trajes típicos regionales y cuantos utensilios puedan imaginarse.
De los maniquíes expuestos, dos de ellos vestían trajes de Alburquerque, de Cáceres (1), Casar de Cáceres (1), Malpartida de Cáceres (2), Malpartida de Plasencia (2), Montehermoso (3), Orellana la Vieja (2), Torrejoncillo (2) y de Villanueva de la Serena (2).
Entre los utensilios podían contemplarse un vasar de madera, tarros de loza, almireces y manos de cobre, jarras y platos de barro, cuerna de aceitunas, botellas de barro, una cantarera, candiles de hierro forjado, farol de lata, trébedes, caldero, llares y sartén, una espetera de madera con cazos de cobre, cantaros, ollas, baños, pucheros de barro, vaso de lata, banco de encina y mesa de madera entre otros muchos objetos.
En otras dependencias podían contemplarse vitrinas plagadas de manualidades, como encajes del Acebo, campanas de Montehermoso, castillos de corcho, fotografías de rincones típicos, muebles de madera tallada, jamugas de madera y cuero, mapas, monedas de diferentes épocas, tablas del siglo XVI de la escuela del Divino Morales, cartas de donaciones, privilegios, provisiones, improntas, actas y cédulas reales, piezas arqueológicas, un ejemplar de geografía de Estrabon, otro de física de Aristóteles con comentarios de Aberroes, tomo de las siete partidas, alhajas de Ceclavin, amuletos y un sin fin de cosas que pueden leerse en las paginas del periódico "Correo Extremeño " que cubrió la información.

El pabellón fue inaugurado de manera oficial el 30 de Octubre de 1929 por el Rey Alfonso XIII, medio año más tarde de que la Exposición abriera sus puertas, (no fue un caso único, ese día se inauguraron otros) sin que por ello el acto dejara de tener importancia.

El miércoles 30 de Octubre de 1929, a las 11 de la mañana, el Rey Alfonso XII y los infantes D. Jaime, Dª Beatriz y Dª Cristina, inauguraron el pabellón de Extremadura en la Exposición Iberoamericana de Sevilla, en el que se muestra la pujanza de su riqueza Histórico-Artística.
A las 11’15 fue bendecido revistiendo el acto gran sencillez.

En estos términos se mostraba el diario ABC, a tres columnas y una amplia fotografías en su pagina 17 de aquel 31 de Octubre de 1929.

Proseguía el diario que la presencia Real fue acogida con entusiastas vivas y aplausos por la numerosa colonia de tan importante región que llenaba el patio del hermoso pabellón, antes de la familia Real había llegado el general Primo de Rivera acompañado del director de la Exposición y su séquito.
El Rey y sus hijos habían sido recibidos por los infantes D. Carlos y Dª Luisa, las autoridades Sevillanas, los Gobernadores Civiles de Cáceres y Badajoz, presidentes de las Diputaciones, alcaldes de ambas capitales y de los pueblos más importantes.
El soberano quedó profundamente admirado y reconoció las obras de Hermoso y Covalsi, elogiando la titulada “Un Paisaje con Nubes” de Covalsi y accedió a posar para Hermoso.

La Exposición cerró sus puertas y a pesar de los buenos propósitos e intenciones de mantener vivo el pabellón como Salón permanente de Exposiciones de Arte y servicios Agropecuarios, fue derruido y borrada su huella.
Pero el mapa sigue presente en la acogedora plaza sevillana, con el Campo en lugar destacado.

       
























   

Gracias a Juan Alfonso López, por facilitar y compartir la información de su bog HIGUEREÑEANDO De ayer a hoy.... a siempre, que puede verse en el siguiente enlace PABELLÓN EXTREMADURA. EXPO DE 1929 « HIGUEREÑEANDO De ayer a hoy… a siempre
Y a Fco J. D. F. por facilitar el mapa.

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