lunes, 20 de agosto de 2012

El Nuevo San Antonio de Padua II


                                                        El Color del Hábito de San Antonio
                                            Evolución de la  iconografía de San Antonio
Como puede apreciarse en vidrieras y lienzos de Asís, la antigua iconografía nos muestra a San Antonio vestido con hábito franciscano, sayal, cordón ceñido y un libro, el hábito es la imagen de la nueva vida, con el se despoja de lo viejo comprometiéndose a caminar por el sendero de Cristo, el cordón  lleva tres nudos que representan el fundamento de la vida franciscana, Pobreza, Castidad y Obediencia, el libro es el Evangelio y simboliza el magisterio que ejercía, tal y como predomina en su canonización.
En el siglo XIV se incorpora la llama, símbolo del amor divino y en ocasiones el corazón en llamas (ambas en  desuso) a comienzos del siglo XV se añade el Lirio, Nardo o Azucena, símbolos de pureza virginal y a finales de dicho siglo se incorpora la figura del niño.

Entre estos elementos se representa a San Antonio como un hombre joven imberbe, de cabellos negros y mofletes sonrojados, según el primer biógrafo, tenia un amplio mentón y dentadura bien conservada, su piel era de color aceitunado como la de muchos Hispano-Lusitanos (San Antonio era lisboeta, siglos más tarde idéntico color aparece en la descripción de otro Antonio, “Antoñito el Camborio”) algo rugosa por los efectos de la penitencia y las fiebres contraídas.

Zurbaran, Icono de San Antonio, Sevilla
Siglo XVII, Zurbaran muestra ya a San Antonio con todos los atributos, hábito, cinto, nardo, libro y niño, el niño lo incorpora en aparición milagrosa, mostrando en su conjunto una fácil lectura.
En grabados y lienzos, suele aparecer sentado o arrodillado, con mesa o escritorio, componiendo sermones, (San Antonio fue un gran escrito de sermones) mostrando una idea de maestro que siempre esta enseñando, las tallas lo muestran de pie, con un lirio en la mano derecha y en la izquierda un libro y sobre el libro el niño Jesús, (en algunos casos el libro y el niño se hallan en la mano derecha) habitualmente se representa con la mirada y rostro elevados al cielo, (tal es el caso de la talla que nos ocupa, mientras el niño le mira fijamente, el parece mirar al cielo).

                          La Talla
A tenor de lo anteriormente expuesto sobre la evolución iconográfica, la talla puede datar del siglo XVII, San Antonio aparece de pie sobre una nube, con el peso del cuerpo sobre la pierna izquierda, instantes después de haberse producido un acercamiento del niño al rostro del santo, el sayal de amplísimas mangas y ceñido por el cordón muestra hasta la cintura ricas ondulaciones producidas por alzamiento de este, que ha sido arrastrado desde el costado izquierdo por el libro sobre el que se sienta el niño y que el santo sostiene asido por el borde superior con su mano izquierda, dando una ligera sensación de ingravidez, la mano derecha más que sostener acaricia un lirio, el niño con su mano izquierda sobre el pecho del santo, mira fijamente a San Antonio que dirige su mirada al cielo.
A diferencia de otras imágenes muestra, barba rapada y cabellos rojizos.
Otra particularidad y no menos notable es que el niño aparece desnudo, la más absoluta y total transparencia encarnada en el niño Jesús.

                                                                  Los Atributos
Los cinco atributos clásicos con que esta representado nuestro San Antonio son importantes y cada uno reflejan claramente lo que fue su vida, si bien uno de ellos identifica plenamente el origen y corriente religiosa de quienes edificaron la actual Iglesia de Villa del Campo.

Tras la primera concordia entre la Orden de Alcántara y la Iglesia de Coria firmada en Trujillo, Enero de 1233, la Orden fundo y edifico muchas Iglesias en su territorio, la citada concordia establecía que la orden podía edificar Iglesias y Altares en sus lugares poblados y en los que poblasen, así ocurrió en el Campo y es por tanto sobradamente conocido el origen Alcantarino de su Iglesia, (todos y cada uno de los altares llevan o llevaban la cruz verde de la Orden de Alcántara), ajenos a otras interpretaciones, dichos orígenes nos colmaban gratamente, la reciente restauración de San Antonio ha dejado al  aire el autentico color del hábito que porta nuestro Santo, la tonalidad del citado hábito, poco común entre franciscanos, no paso desapercibida y levanto los primeros recelos, es cierto que las reglas de San Francisco no ofrecen detalles del color del hábito he imponen el no juzgar ni despreciar a quienes visten ropas suaves y de colores, de lo cual puede deducirse que usaban tonalidades naturales, primitivamente grises, obtenidos de mezclar lana negra y blanca en proporciones adecuadas, alcanzaban un color ceniciento.
No siempre fue así, el devenir de los tiempos varió las tonalidades entre negras y marrones, aunque no tan claras como la que porta la imagen de nuestro San Antonio.
En tono jocoso, el blog se hizo eco de la citada tonalidad en la entrada del Nuevo San Antonio, 13/04/2012, Antonio Pariente solicito la foto mostrada en dicha entrada y con ella hizo ciertas consultas.
El resultado no puede ser más gratificante para el concepto histórico, semejante tonalidad fue usada por una rama franciscana, denominada Alcantarinos.
No tardaron en surgir imágenes con idéntico ropaje, no había duda, aun así se procedió a releer los altares y ni puede ser casual, ni estar más claro.
Quien diseño esta Iglesia, no coloco al azar a San Antonio al lado de la epístola y a San Francisco al del Evangelio.

San Antonio Salvatierra de Santiago
San Antonio Malaga

  
 
La composición de los altares laterales del testero, se debe a esa rama franciscana dentro de la propia Orden de Alcántara o afines a ella y por tanto, es tan Alcantarina como Franciscana.
Idéntica composición se da en otras Iglesias afines a la Orden de Alcántara, (tal es el caso de la Iglesia de Salorino, en la que sin la tonalidad del hábito de San Antonio, se repite la formula, con la variante estructural del testero y la posición de los santos, en esta aparece San Francisco al lado de la epístola y San Antonio en el del Evangelio).

                                              Presencia franciscana en el Campo
La tradición franciscana es algo que siempre estuvo presente en el pueblo, al menos hasta entrado el siglo XIX había en el lugar una cofradía de San Francisco, tenia ordenanzas aprobadas por el ordinario de Coria y su misión o fundamento era el de socorrerse por mutua obligación, asistir a los entierros de los hermanos difuntos y decir o pagar una misa por cada hermano fallecido, se confesaban dos veces por año y cada año hacían una misa y vigilia cantada a costa de los caudales de la cofradía. El patronato lo ejercía el párroco y contaba con un mayordomo y dos jueces diputados elegidos entre los hermanos, en 1791 eran 60 hombres y 10 mujeres. Tenía 100 reales de renta del trigo que producían sus tierras, cada hermano pagaba 7 reales de vellón  al ingresar en la cofradía, 35 reales de limosna y 15 reales anuos.
Las cargas 18 reales al cura y 5 al sacristán por la misa cantada el día del santo, 21 real y dos maravedíes al cura y sacristán por dos misas anuales que se dicen por los hermanos difuntos, 8 maravedíes de subsidio, 8 reales y 8 maravedíes al párroco y 2 reales con 8 maravedíes al sacristán por la misa y vigilia cantada que se dice del caudal de la cofradía.

Sobre la presencia franciscana en esta villa ya se apunto algo en la entrada ¿Quién fue primero, el Cristo o el Calvario? Publicada el 22 de Febrero del 2010, en ella se hacia referencia a la costumbre local, recientemente recuperada de manera no oficial, de realizar como acto de penitencia, concurridos vía crucis, costumbre promovida por comunidades franciscanas, no en vano a ellas les fue encomendada la custodia de los Santos Lugares en los que comenzó a rezarse.

Otros testimonios trasferidos oralmente, indican la presencia de un grupo de monjes en el paraje conocido como la barrerita el fraile, y en diferentes interrogatorios se detesta la presencia de varios clérigos censados en esta Villa del Campo.

martes, 7 de agosto de 2012

La Puerta del Cristo



Preciosa foto de la puerta de entrada a la Ermita del Santísimo Cristo de los Desamparados.
Mírenla bien, Puede que no vuelvan a verla.
En breve, tal y como reza la advocación de la Ermita, a la cual abre el paso, quedará ella.
La laboriosa y artística puerta, de mayor o menor antigüedad, está totalmente Desamparada, tiene los días contados y pie y medio en el vertedero, la antigua puerta será reemplazada por una nueva de nulo valor artístico.
¡Lastima! ¡No solo por la puerta! Es grande el Desamparo y mucha, mucha la pena, ver a un pueblo que mientras se destruye su arte, calla de puertas afuera.

Emilio Moreno

viernes, 3 de agosto de 2012

El Nuevo Mojón


Las recientes obras llevadas a cabo en el antiguo camino de Coria a Salamanca por Las Hurdes, han dejado al descubierto un valioso hito o mojón del siglo XVI que delimita el término del Campo con el
Pozuelo, (el mojón coincide con el Km. 23 de dicho camino, que alcanzaba el Guijo por los cuestos y tras El Campo y el Pozuelo se adentraba en Salamanca, bordeando las Sierras de Dios Padre y Santa Bárbara por su parte más oriental) el hito de figura cuadrada, tiene una cruz en la parte superior que cubre toda la superficie y en la cara más visible desde el camino, contiene una inscripción hasta el momento indescifrada, (parece poner -  S E I E S -  C I O S E - E T C A -  C A . . - De  I 5 9 1 - ) al final una fecha indicaría el año de arreglo del camino o en el que se puso, la indicada fecha coincidiría en el tiempocon la creación de la Iglesia, periodo de trasformación de la Villa que avala el posible amojonamiento. Según testigos oculares idénticos hitos sin inscripción y con cruz los hay delimitando el término del Campo con el de Santibáñez, los hitos estarían separados entre sí por unos 100-150 metros, de ser así conduciría a un característico modelo de amojonamiento de Villa del Campo.
Esperemos que en fechas próximas alguien pueda descifrarlo.
No es el único elemento histórico que conserva el camino, un poco más adelante, frente a la curva de la carretera anterior al calvario se halla la basa o pedestal granítico de una cruz  de considerable tamaño, se cuenta que en el paraje conocido como La Cruz de Julián, polígono 21 del término de Villa del Campo, murió un tal Julián, no hay certeza de sí la cruz fue levantada por sus seres queridos o esta formaba parte de las cruces de protección y amparo que solían colocarse a la entrada de un término, en este supuesto al coincidir el limite del Campo frente al calvario del Pozuelo, es posible que la levantaran un poco distante de el, en cualquier caso hoy es conocido el lugar como La Cruz de Julián y allí permanece su basa o pedestal, en el mismo camino, dirección Guijo de Coria a coca distancia del cruce, junto a unas retamas al lado del camino hay otra pieza granítica de cuatro lados tumbada en el suelo, con una pequeña cruz en uno de sus costados que bien puede ser otro mojón o un signo cristiano.


Bueno seria conservar estos signos que nos hablan de nuestra historia y de la del camino.
Claro que si no nos molesto que se quitara o desapareciera el clásico y significativo mojón del Campo, quien se va a molestar en conservar lo que nos queda de la historia de un camino que ya no se usa.
A quien puede importarle ahora. de donde venia, ni a donde llevaba. 

Fotos cedidas Por J.G.N.