viernes, 17 de diciembre de 2021

Ángeles Cantores de Manuel García Matos

 

Faustina  Sánchez Alonso

Villa del Campo (Cáceres) 1882+1964

Fue un "Ángel Cantor, de García Matos"


A Rafa Nevado Miguel, sin su apoyo nada hubiera sido posible

Faustina Sánchez Alonso

Basta con echar un simple vistazo a los informantes de Manuel García Matos en el Cancionero Popular de la Provincia de Cáceres, para darse cuenta de que entre dichos informantes abunda el genero femenino, tanto que llega a duplicar a los hombres, algo que para nada debía sorprender ya que la mujer por sí misma o en el conjunto de la vida cotidiana, abarca muchas más facetas o funciones de las que a menudo nos cabe reconocer. Y entre esos "Ángeles Cantores" que informaron a García Matos en el citado Cancionero, se encontraba una Campusa con muchísimo arte y una indescriptible pasión por el folklore, se llamaba Faustina Sánchez Alonso, había nacido en 1882 y en 1941 fue elegida por García Matos para que le informara sobre las canciones tradicionales de Villa del Campo y vaya si lo hizo, pese a no saber leer ni escribir, Faustina era una fuente de sabiduría popular, y tocaba el pandero con un desparpajo inusitado, tanto es así que el simple hecho de ver cómo lo sujeta, da muestras del dominio que ejercía sobre el instrumento, de hecho, fue viendo la fotografía en la que sujeta y toca el pandero, cuando Javier Cobeña apreció su buena compostura con el citado instrumento.

Casa de Faustina, junto a la hermosa Cruz del Alto

Faustina gozaba de un gran desparpajo y vivía plenamente el folklore, era una gran artista anónima que no sentía el más mínimo reparo al actuar en publico y lo hacia cada vez que se le brindaba la más mínima oportunidad. De ella se cuenta que estando de riguroso luto (pongamos que a principios del pasado siglo) mientras paseaba por una calle del pueblo, vio a unas mujeres que bailaban una jota, y viendo que no lo hacían correctamente, se dirigió a ellas recriminándoles que así no se bailaba, y ni corta ni perezosa, se puso a bailar en medio de la calle, mostrando como se hacia debidamente, el hecho le supuso una recriminación por parte del pueblo, ya que estando de luto se puso a bailar y entre otras muchas cosas, estar de luto conllevaba no poder bailar ni cantar, pero aquello no debió de importarle gran cosa, ella llevaba el folklore en la sangre.

Quintos junto a la casa de Faustina

A Faustina le apasionaba el baile, y cantaba como los propios ángeles, no es necesario haberla oído cantar, para darse cuenta de ello, (aún hay gente que la oyó y García Matos la llevó a su propia casa de la calle del Sol placentina para grabarla) de las partituras que dictaba, se desprende que fue una gran conocedora y divulgadora del folklore tanto local como foráneo.

Pese a no saber leer ni escribir, se sabia de pe a pa, todas las coplillas o romances de ciegos que caían en sus manos y que a menudo solía vender, y he aquí una de las reiteradas constantes, del romancero que demuestran como de manera real, se transmitían entre los diferentes pueblos y comarcas las canciones, y así, sencilla y llanamente, de la mano de Faustina llegaron muchas de las canciones que anteriormente habían sonado en otras partes y que hoy tenemos como tradicionales, su prodigiosa voz, capaz de ornamentar palabras, embelleciendo y dándole a las canciones adornos y filigranas de difícil ejecución, se esparcían por doquier, ya fuera binando, sembrando, escardando, segando, trillando o espigando, o bien lavando, fregando, barriendo la puerta, bordando, cosiendo, hilando, zurciendo, o remendando, jugando, cogiendo aceitunas o bellotas, se transmitían por nuevas voces, hasta que el pueblo, siempre dueño y soberano de su cultura, las tomaba como tal en su repertorio, con el paso del tiempo se simplificaban o evolucionaban, tomaban nuevas variantes que se adoptaban como propias.

Mujeres cosiendo junto al campanario, sin duda Faustina se sentó muchas veces al sol en la misma resolana

Años después de haber dictado las 18 canciones registradas en el citado cancionero y muchas más que no se llegaron a registrar por motivos que más tarde se expondrán, Faustina pasaba largos periodos de tiempo en Plasencia, allí vivía uno de sus hijos con el que se compenetraba musicalmente, su hijo Arturo tocaba el laúd divinamente y ambos pasaban largas horas tocando y cantando, en uno de estos periodos, en compañía de otra mujer del pueblo, (posiblemente tía Marcelina, esposa de tío Jesús Guardado, este dato no ha podido ser contrastado) durante alguna de sus estancias en Plasencia, ya que Manuel García Matos se había trasladado a Madrid en 1941, la levó a su casa numero 35 de la popular calle del Sol placentina y allí le hizo varias grabaciones.

Como es lógico y natural hay canciones que enraízan y se quedan en el pueblo, bien que las popularizara ella o no, de entre las que perduraron, García Matos eligió docena y media de temas, había muchas más pero la dinámica de Matos, era recoger para salvaguardar lo que el veía que estaba en peligro de extinción, a García Matos no le importaba mucho si una canción era de un sitio u otro, allá donde la encontraba la registraba, solo si la versión ya recogida, mostraba interesantes signos variantes, la anotaba como tal, razón por la que de los pueblos que primero pasó, se registraron más canciones que del ultimo que visitó (no resulta difícil, saber cual fue el primero y en el que más tiempo permaneció) y no por ello todas las canciones que se recogen en un determinado sitio, han de ser consideradas como naturales de la localidad en la que fueron registradas.

Entre las elegidas estaba el hermosísimo villancico “El niño perdido” que tanto cantaba a sus nietas, joya de incalculable valor que puede oírse en su totalidad en la voz de Javier Cobeña.

Nº 10 El niño perdido (Villancico)

Dos bellos romances, “Las tres Cautivas” y “Las señas del esposo” sobre la versión de Las señas del esposo, también conocida como “Estaba la Catalina”, años más tarde, Alan Lomax, recogió el mismo romance en Arroyo de la Luz, aunque en versión no tan pura como esta y la incluyó en su “Spanish Recordings Extremadura”.





Una canción de cuna, “El mi niño lindo”.
El mi niño lindo,
el mi niño guapo,
el mi niño lindo,
es un buen muchacho.

(Alo, ro, alo, ro,
alo, ro, alo, ro,
alo, ro, alo, ro,
que ya se durmió).

Cuatro de ronda, “Como quieres que tenga contigo enojos” “Como quieres que venga de noche a verte” “Por cima de tu ventana”  esta canción la recoge José Luís Majada Neila, del cancionero y la incluye en “Ser Quinto en Extremadura” añadiendo, que al parecer, el quinto o soldado está sirviendo en Segovia y canta a la novia que la tiene en Villa del Campo. (Más bien pienso que es una variante de algún estribillo adaptado a Villa del Campo, lo cual lo hace bastante moderno, ya que como es bien sabido hasta 1917 no tomó el nombre con esa exacta definición) y “Señor Alcalde Mayor, no prenda usted a los ladrones”.

                                Melodía Nº 85 Como quieres que tenga contigo enojos

¿Cómo quieres que tenga

contigo enojos,

si eres la clavelina

de los mis ojos?  (1)

 

(Con una guitarra,

con un almirez,

con una pandereta,

que retumbe bien). (2)

(Bis) Se repiten los dos últimos versos.



Melodía Nº 114 ¿Cómo quieres que vaya de noche a verte? Canción de quintos


¿Cómo quieres que vaya

de noche a verte,

si tienes la cocina

llena de gente?


(Que resalada eres,
dame la mano

que la reina me lleva,

a ser soldado.

A coger los galones

para ser cabo).



Melodía Nº 116 Por cima de tu ventana



Melodía Nº 122 Señor Alcalde Mayor


Señor Alcalde Mayor,

no prenda usté a los ladrones,

porque tiene usté una hija

que roba los corazones.

(Olé y olé resalada) (3)

(3) (Repite el cuarto verso de la copla después del verso del estribillo).


Dos labradoras del ciclo de verano, “Para qué quieres majo los esquilones” y “Para qué madrugas tanto”.

Melodía Nº 189 Para que quieres majo los esquilones



Melodía Nº 205 Para qué madrugas tanto


¿Para qué madrugas tanto?

madruguerita del alma,

si sabes que yo te quiero

ni aunque estés en la cama.

Tres alboradas, “El día de la Ascensión” “Arriba el limón” (esta canción tiene la particularidad de que se canta al revés, ya que en casi todas parte se dice “Arriba la lima, abajo el limón” y aquí se canta “Arriba el limón abajo la lima” y la fabulosa “Bautiná”.

Melodía Nº 208 El día de la Ascensión


El día de la Ascensión

vas a Misa con tu madre,

pareces la flor de lila

cuando la menea el aire.

(olé dueño mío y olé) (4)

(4) (Se repite el cuarto verso tras el estribillos)


Melodía Nº 212 Arriba el limón


Melodía Nº 227  Bautiná

Alborada al Cristo de los Desamparados



Cinco sones, “La pandereta que toco” (sobre esta canción hay otra en plan erótico quizás también recogida por García Matos, sin que este la incluyera en el cancionero, en la que la Pandereta no es un instrumento musical) “Eres blanca paloma de los jardines” Un pajarito de oro” “En el cielo no hay faroles” “Por cima de tu ventana” (esta canción nada tiene que ver con la anterior del mismo nombre).

Melodía Nº 251 La Pandereta


La Pandereta que toco

tiene un cascabel colgado

y más arriba un letrero

del galán que está bailando.

 

(Vengo del mar

vengo del río

vengo de la mar

busco al dueño mío.)

Melodía Nº 253 Eres Blanca Paloma (Son no Brincao)


Eres Blanca Paloma

de los jardines,

tus labios dibujaron

los serafines.


¡Ay! madre, madre,

a mi amante le han hecho carabinero

por que lo vale.


Melodía Nº 256 Un pajarito de oro



Melodía Nº 261 En el cielo no hay faroles


En el cielo no hay faroles

que todas son estrellitas,

para alumbrar a los padres

que tengan hijas bonitas.

 

(¡Olé resalada y olé!) 5

5 Se repite el último verso después del de estribillo.

Melodía Nº 270 Por cima de tu ventana


Por cima de tu ventana

por bajo de tu balcón,

hay una fuente que mana

agua de verde limón.


(Palomita blanca de Mayo,

dime la "verdad", "resalá",

yo te la diré, dueño mío,

a la noche cuando vaya).







Estampas que Faustina veía desde las ventanas de su casa


Manuel García Matos, fue un prestigioso musicólogo placentino, que recorrió la alta Extremadura recopilando melodías y canciones que se hallaban en vías de extinción, en gran parte le debemos que los viejos sones y canciones que cantaban nuestros antepasados, hoy día, podamos conocerlos y escucharlos, tal y como eran cantados. Más tarde ya afincado en Madrid, llegó a crear renombrados cancioneros de toda la geografía Española.

Sin duda alguna, tía Faustina Sánchez Alonso, que tenía una prodigiosa voz y siempre fue una persona amable y alegre, conquisto el corazón del musicólogo y este con sus magistrales partituras y grabaciones, la eternizo en el Cancionero Popular de Cáceres, he izo que aún viva su voz, y que perduren en nuestras voces, las canciones de una mujer excepcional, que sin hacer el menor ruido, han pasado a la historia del folklore Campuso y Extremeño.

Dentro de la gran tradición Campusa, siempre ha habido valiosas voces que de manera destacada transmitían su gran repertorio, retrocediendo en el tiempo, allá por 1916, encontramos a otra Campusa, Hilaria Felipe de 65 años, que desde Algeciras dicta romances a Manuel Manrique de Lara, para su "Romances y Canciones en la Tradición Andaluza" (así se escribe, parte de la historia, una Extremeña cantando romances Castellano-Leoneses para la tradición Andaluza) entre los romances que Hilaria dicto a Manrique de Lara, se encuentran el antiquísimo “Camina la Virgen Pura, Camina para Belén” (también conocido como "La Fe del Ciego, o El Naranjel") “San José se retira desconsolado” “El Segador” “La Bastarda” “La Loba parda” “La Capea de los mozos de Monleón” “Los Bandidos y los arrieros” “La Nochebuena explicar quiero” y la hermosísima “Guirnalda de rosas”.

Más tarde, un instituto de Coria grabó a Vicenta Moreno Díaz, en una cassette, de esta grabación se tiene la absoluta certeza de que existe copia y está a buen recaudo, dentro del ámbito familiar más cercano.

                                                                                            E.Moreno

Enlace a la versión del Niño perdido, interpretada por Javier Cobeña