miércoles, 19 de junio de 2013

El Auriga, Cayo Apuleyo, Diocles


                                              CAYO APULEYO, DIOCLES
       El deportista mejor pagado de la historia, pudo haber nacido, cerca de Villa del campo

A medida que prosiguen las averiguaciones se hace más patente en la historia la presencia de nuestro cercano Laconimurgo, cierto que la mención de dicha población, como posible lugar de nacimiento de Cayo Apuleyo, Diocles, le viene revotada de los falsos Cronicones.

De Cayo Apuleyo, a ciencia cierta sabemos lo grabado en dos lápidas recogidas en el Corpus  Inscritiorum Latinarum: CIL, VI. 10048 y XIV, 2884. La primera un extenso documento epigráfico hallado en Roma, (ocho pies de largo y cuatro de ancho) describe con minucioso esmero sus inigualables hazañas deportivas, (estudios recientes lo dan como el deportista mejor pagado de la historia, sus ganancias se estiman en 35.863.120 de sestercios, unos 15.000 millones de dólares) pero es parco en datos personales, amén del nombre, indica que era Hispano-Lusitano, sin mencionar un lugar especifico, de la amplia Lusitania, tampoco consta el año de nacimiento, aunque este es deducible por la documentación epigráfica.
Indica el documento que se retiró a los 42 años manteniéndose en activo durante 24 años, corrió su primera carrera a los 18 años, siendo cónsules Acilio Aviola y Cornelio Pausa, año 122 d.C. por lo cual el año de su nacimiento se corresponde con el 104 d.C.

Sobre el Hispano-Lusitano, Cayo Apuleyo, Diocles, existen diversas publicaciones, que con cierta unanimidad destacan sus prodigios, basándose en los documento epigráficos y en lo comentado por Antonio García y Bellido en “Veinticinco Estampas de la España Antigua. Razón por la que dichas publicaciones se asemejan, como gotas de agua.

En 1789 Francisco Masdeu, dedica 30 páginas de su Historia Critica de España y de la Cultura Española, a describir las inmejorables hazañas de Diocles, el Auriga Hispano. En el lenguaje de su tiempo, Masdeu realiza pormenorizados análisis explicativos sobre el contenido de los diferentes significados, de lo escrito en la piedra, corrigiendo a su modo a sus antecesores y de cuyo arduo trabajo han emanado posteriores versiones.
Para una mayor comprensión, Masdeu divide la extensa inscripción en párrafos, con jugosas explicaciones sobre las diferentes modalidades, detallando el origen y sumando de manera clara las victorias y sus sustanciales ganancias, anticipándose en más de 200 años al estudio de Peter Struck, anteriormente, Grutero, Bulengero y Salmasio entre otros, se habían hecho eco de ella.

Ya en el 2004 Jesús Maeso de la Torre publica el "Auriga de Hispania" novela histórica, sobre Diocles como epicentro de una trama, que se desarrolla en un corto espacio de tiempo, con Diocles ya retirado, entremezclando la acción con los recuerdos de su glorioso pasado.

Las excepciones a la mencionada unanimidad, siempre orientadas a interesados fines relacionados con el origen o procedencia de tan ilustre deportista, vienen de largo y recogidas por autores antiguos fieles a los citados falsos cronicones, la más destacada y aparente, la pone el erudito Rodrigo Caro, llevándonos al lugar de nacimiento del afamado auriga, en su obra “Días Geniales y Lúdicros” si bien las fuentes citadas por Caro son más que de dudosa procedencia, el honor de tan laureada cuna, recae en el umbral de nuestro propio suelo ya que el citado lugar no es otro que el viejo Laconimurgo.

La obra de Caro fluye por la convulsa época de su tiempo, su nacimiento viene a coincidir con los hallazgos de los libros plúmbeos (láminas de plomo grabadas) del Sacromonte Granadino, libros supuestamente antiguos del siglo I, (los libros venían acompañados de un pergamino profético, supuestamente escrito en árabe y castellano de una época en que nuestra lengua aun no existía) creados con el pretexto de dar antigüedad y origen a la Iglesia de Granada y unir dos religiones enemigas, en ellos se daba testimonio de la primitiva Iglesia y de las certidumbres del Evangelio, con dichos libros los cristianos creerían cuanto se ponía en boca de los primeros Apóstoles y los árabes verían quebrantada su fe y podrían ser arrastrados al Cristianismo, en los libros aparecían copias de documentos hechos por la virgen, relatos de las predicaciones de varios Apóstoles en Hispania, funciones de la Iglesia sacados de un concilio de los Apóstoles, modo de celebraciones de la misa y todo el ritual litúrgico mandado escribir por Santiago a un árabe discípulo suyo llamado Tesifón y una larga lista de mártires que daban para todas las iglesias existentes.
Tras más de cien años de visicitudes el 28 de Septiembre de 1682 se promulgo en Roma que los libros de plomo hallados en el Sacromonte son puras ficciones humanas para arruinar la fe de la Iglesia.

Simultáneo a las láminas de Granada, el Jesuita Jerónimo Román de la Higuera se propuso componer una obra de autor antiguo que estuviera perdida, para ello recuperó a Dextro, autor del siglo IV, (muy apropiado a sus propósitos) hijo de Panciano obispo de Barcelona y amigo de San Jerónimo a quien Dextro había dedicado su cronicon “Omnímoda Historia”, este hecho fehaciente podía dar credibilidad a su malévolo plan.
De la Higuera simuló haber descubierto en Fulda (Abadía Germana) unos manuscritos relacionados con Hispania, en ellos consignó cuanto quería dar a conocer en favor de la primacía de la Iglesia Toledana, reafirmando la venida de Santiago que por entonces era muy criticada, aderezado a su gusto lo presentó como el verdadero cronicón de Flavio Lucio Dextro, (despojándolo de su primitivo nombre que era Marco) dándole continuidad con el de Máximo obispo de Zaragoza, (al que le sobrepuso el nombre de Marco) no le bastó con  esto y añadió de manera espúrea cuantas seudas historias de autores antiguos encontró a su paso.
En su tiempo el obispo de Segorbe levantó dudas sobre la autenticidad de la obra, en 1652 Nicolás Antonio las despejó y Godoy Alcántara en 1868 catapultó a de la Higuera a su condición de falsificador.
Rodrigo Caro creyó fielmente las patrañas de Román de la Higuera, todo lo que halagara a su tierra, le inducía a darlo por cierto.
Caro fue un entusiasta de la epigrafía, con ella da comienzo el diálogo I de “Días Geniales y Ludicros” que nos conducen al Cayo Apuleyo que nos ocupa.

El erudito Rodrigo Caro comienza su Diálogo I en un cortijo con unos amigos contemplando una hermosa inscripción de mármol hallada no muy lejos de su Utrera natal, Caro encarna como anfitrión el papel de Fernando y a petición de sus contertulios traduce la inscripción como “Memoria consagrada a los Dioses manes o de difuntos.
A Cayo Apuleyo Nimphidio, hijo de Cayo y nieto de Cayo, por sobrenombre Diocles, mancebo que lo tenia muy bien merecido, que en los certámenes ó juegos sagrados fue vencedor con aclamación del pueblo, y con mucho sentimiento del mismo pueblo fue vencido del hado. Cayo Apuleyo y Nimphidia, sus muy desdichados padres, condenados á perpetuas tinieblas y llanto de cada día con mucha tristeza, cuidaron que esta memoria se hiciese. 
¡Adiós, alma mía! ¡Adiós, contento! Vivió diez y nueve años, ocho meses y cincuenta y un días; las horas nadie las sabe. Séate la tierra liviana.»
(La mencionada piedra nadie la ha visto ni está registrada en ninguna parte, es por tanto una libre traducción que puede no ser cierta y antecede a la siguiente que enlaza o da origen, al temario del diálogo. En las obras de Caro, tarde o temprano aparecía la epigrafía.)
Los interlocutores desean saber más detalles del contenido de la inscripción, quiénes eran los personajes a los que se hacia mención y al haberse encontrado la lápida cerca de allí, si eran de su lugar, Caro les expone su conjetura del siguiente modo.
“Dícese en ella que este mancebo Cayo Apuleyo Diocles es hijo de Cayo y nieto de Cayo, que es lo mismo que decir que tuvieron su mismo nombre su padre y su abuelo; por lo cual vengo á entender que éste fue nieto de Cavo Apuleyo Diocles, español, natural de Lusitania, capitán de la facción de los agitadores ó aurigas de Roma que se llamó Rosada por la librea de que se vestía.
Para esta mi conjetura tengo una hermosísima y elegante inscripción, que hoy se halla en Roma en el campo Marcio, y la trae Panvinio De Lud. Circens. ^ lib. X.”


Caro continúa su interlocución con el comienzo de la citada inscripción, esta sí auténtica y registrada como CIL, VI. 10048. De manera breve describe el erudito Caro las maravillas de la lápida de Roma que hace referencia a Cayo Apuleyo, Diocles y da cuenta de otra lápida que pusieron sus hijos en la basa de una estatua en el templo de la Fortuna Primigenia, en la ciudad de Preneste (hoy Palestrina Italia) y catalogada como CIL, XIV, 2884.

Prosigue Caro, “Mas lo que más gusto me ha dado es hallar mención de este famosísimo auriga en los Fragmentos de Flavio Dextro, en el año del nacimiento de N. S. J. de 120, por estas palabras: «Diocles agitator lusitanus ex oppido Laconimurgi, prope Caparam mirabilum agitationum opinione floret.-» En esta memoria, no sólo dice que era español y lusitano Cayo Apuleyo Diocles, sino que era de un lugar junto á Caparra (donde hoy no hay más que unas ventas con este nombre, que conservan sus ruinas, llamado Laconimurgi); con cuya autoridad, no sólo averiguamos quién fue el abuelo de este mancebito, sino el mismo libro ó Fragmentos quedan bastantemente defendidos con la autoridad y verdad de estas memorias que en las piedras hallamos conservadas, pues en ellas no puede haber ficción.
¿Si era natural de nuestro lugar? No puedo responder con certidumbre; antes parece que siendode la Lusitania sus mayores lo sería también su descendiente, aunque por algún caso particular muriese en el Andalucía, si bien pudo ser munícipe ó vecino de nuestro lugar. 
Finalmente, nada cierto respondo en este artículo.”

El auriga Hispano, ofrece a Caro dos buenas opciones, mediante la supuesta lápida del nieto, entra en el tema del primer diálogo y con las de Roma y Palestrina da autenticidad a la suya, lo cual nos lleva a la más leve de las afirmaciones, que Menéndez Pelayo hace de el en su epistolario con Asensio de Toledo, “Admite como verdaderas las más evidentes falsificaciones y rompe lanzas por Dextro y por Máximo” y a que su empecinamiento en dar por buenos los falsos cronicones, conlleva que parte de su obra carece de credibilidad.
En otros párrafos Menéndez Pelayo nos viene a decir que Dextro y Máximo son la nube que entolda la buena memoria de Caro y que conviene salir de ellos como de todos los malos pasos dados.

Al desarrollar su novela, y ante la falta de datos relativos a la procedencia de su héroe, Maeso de la Torre, ha de asignar un lugar de nacimiento y de inicio a la fulgurante carrera de Cayo Apuleyo Diocles en los circos romanos, lo hace sin aportar prueba alguna y con la misma convicción que muestra indicando que al acercarse a Tarraco por la Vía Augusta, Diocles contempló la imposta de Tarraco desde el majestuoso Arco de Bará, (la vía Augusta surcaba el litoral hispano hasta Cádiz, Diocles partía de Mérida, unida mediante vía con Zaragoza y tras enlazar con la vía del norte llegaba a Tarragona. Bará se halla en plena vía Augusta a 20 km. al norte de Tarragona, punto de referencia algo alejado para una vía que unía Astorga con Tarraco y desde el cual, la orografía natural, impide contemplar la ciudad Imperial de Tarraco) da por hecho que Diocles es Emeritense. Sin dudas la Emerita Augusta, es el lugar más apropiado de la Lusitania para que un auriga se inicie en las artes de los caballos y del circo, la capital Lusitana tiene más recorrido novelesco que el viejo Laconimurgo, incluso una de sus calles lleva el nombre del Diocles el Auriga.

Los muchos admiradores que debió tener Cayo Apuleyo, Diocles levantaron una lápida con sus victorias, en un circo próximo al actual Vaticano, el contenido de la placa y la posterior descripción, muy similar a la de Masdeu, unos 200 años más moderna, procede de “Veinticinco estampas de la España Antigua”, Antonio García y Bellido. Y es el que sigue:

                                                    Lapida registrada  “CIL, VI.10048.”

C(aivs) [Appv]LEIVS DIOCLES AGITATOR FACTIONIS RVSSATAE / [nati]ONE HISPANVS LVSITANVS ANNORUM XXXXII MENS(ivm) VII D(iervm) XXIII / [pri]MVM AGITAVIT IN FACTIONE ALB(ata) ACILIO AVIOLA ET CORNELIO PANSA CON(n)S(vlibvs) / [primv]M VICIT IN FACTIONE EADEM M(anio) ACILIO GLABRIONE C(aio) BELLICIO TORQVATO CON(n)S(vlibvs) / [itemp]RIMVM AGITAVIT IN FACTIONE PRASINA TORQUATO ASPRENATE II ET ANNIO LIBONE CO(n)S(vlibvs) PRIMVM VICIT / [in faction]E RVSSATA LAENATE PONTIANO ET ANTONIO RVFINO CO(n)S(vlibvs) SVMMA QVADRIGA AGITAVIT ANNIS XXIIII MISSVS OSTIO IIII (mille) CCLVII / [vicit I(mille) CCC] CLXII A POMPA CX SINGVLARVM VICIT I(mille)LXIIII INDE PRAEMIA MAIORA VICIT LXXXXII XXX(milivm) XXXII EX HIS SEIVGES III XXXX(milivm) XXVIII / [ex his seivge]S II L(milivm) XXVIIII INDE SEPTEIVGE I LX(milivm) III BINARVM VICIT CCCXXXXVII TRIGAS AD HS XV(milia) IIII TERNARVM VICIT LI AD HONOREM VENIT II(milia) / [DCCCC tvlit s]ECVNDAS DCCCLXI TERTIAS DLXXVI QVARTAS AD HS I(mille) I FRVSTRA EXIT I(mille)CCCLI AD VENETVM VICIT X AD ALBATVM VICIT LXXXXI INDE AD HS XXX(milia) II / [rettvlit qvaest]VM HS CCCLVIII LXIII(milivm) CXX PRAETEREA BIGAS MI(liarias) VICIT III AD ALBATV(m) I AD PRASINV(m) II OCCVPAVIT ET VICIT DCCCXV SVCCESSIT ET VICIT LXVII / [praemisit et vici]T (?) XXXVI VARIIS GENERIBUS VIC(it) XXXII ERIPVIT ET VICIT DII PRASINIS CCXVI VENETIS CCV ALBATIS LXXXI EQVOS CENTENARIOS FECIT N(vmero) VIIII ET DVCENAR(ivm) I / INSIGNIA EIVS / [3]TO SIBI QVO ANNO PRIMVM QUADRIGIS VICTOR EXSTITIT BIS ERIPVIT BIS ACTIS CONTINETVR AVILIUM TEREN(tivm) FACTIONIS AVAE PRIMVM OMNIVM VICISSE I(mille)XI EX QVIBVS ANNO UNO PLVRIMVM VINCENDO VICIT / [3 at Diocles qvo an]NNO PRIMVM CENTVM VICTORIAS CONSEVTVS EST VICTOR CIII SINGVLARVM VICIT LXXXIII ADHUC AVGENS GLORIAM TITVLI SVI PRAECESSIT THALLVM FACTIONIS SVAE QVI PRIMVS IN FACTIONE RVSSATA / [3 at Dio]CLES OMNIVM AGITATORVM EMINENTISSIMVS QVO ANNO ALIENO PRINCIPIO VICTOR CXXXIIII SINGVLARVM VICIT CXVIII QVO TITVLO PRAECESSIT OMNIVM FACTIONVM AGITATORES QVI VNQVAM / [certaminibvs lvdorvm ci]RCENSIVM INTERFVERVNT OMNIVM ADMIRATIONE MERITO NOTATVM EST QVOD UNO ANNO ALIENO PRINCIPIO DVOBVS INTROIVGIS COTYNO ET POMPEIANO VICIT LXXXXVIIII LX(milia) I L(milia) IIII XL(milia) I XXX(milia) II / [ille 3 fact]IONIS PRASINAE VICTOR I(mille)XXV PRIMVM OMNIVM VRBIS CONDITAE AD HS L(milia) VICIT VII DIOCLES PRAECEDENS EVM INTROIVGIS TRIBVS ABIGEIO LVCIDO PARATO L(milia) VICIT VIII / [item praecedens C]OMMUNEM VENVSTVM EPAPHRODITVM TRES AGITATORES MILIARIOS FACTIONIS VENETAE [qui] AD HS L VICISSENT XI DIOCLES POMPEIANO ET LVCIDO DVOBVS INTROIVGIS L(milia) VICIT / [XII(?) ille 3] FACTIONIS PRASINAE VICTOR I(mille)XXV ET FLAVIVS SCORPUS VICTOR II XLVIII ET POMPEIVS MVSCLOSVS VICTOR III DLVIIII TRES AGITATORES VICTORES VI DCXXXII AD HS L(milia) VICERVNT XXVIII / [at Diocles omnivm agitatorvm emi]NENTISSIMVS VICTOR I(mille)CCCCLXXII L(milia) VICIT XXVIIII NOBILISSIMO TITVLO DIOCLES NITET CVM FORTVNATVS FACTIONES PRASINAE IN VICTORE TVSCO VICTOR CCCLXXXVI L(milia) VICIT IX DIOCLES / [in victore Pompeiano victo]R CLII L(milia) VICIT X LX(milia) I NOVIS COACTIONIBVS ET NVMQVAM ANTE TITVLIS SCRIPTIS DIOCLES EMINET QVOD VNA DIE SEIVGES AD HS XL(milia) MISSVS BIS VTRASQVE VICTOR EMINVIT ADQVE AMPLIVS / [3] SVISQVE SEPTEM EQVIS IN SE IVNCTIS NVMQVAM ANTE HOC NVMERO EQVORVM SPECTANO CERTAMINE AD HS L(milia) IN ABIGEIO VICTOR EMINVIT ET SINE FLAGELLO ALI(i)S CERTAMINIBVS AD HS XXX(milia) / [vicit 3]VM VISUS ESSET HIS NOVITATIBVS DVPLICI ORNATVS EST GLORIA INTER MILIARIOS AGITATORES PRIMVM LOCVM OBTINERE VIDETVR PONTIVS EPAPHRODITVS FACTIONIS VENETAE / [qvi temporibvs Imp(eratoris) nostri Anto]NINI AVG(vsti) PII SOLVS VICTOR I(mille)CCCCLXVII SINGVLARVM VICIT DCCCCXI AD DICOLES PRAECEDENS EVM VICTOR I(mille)CCCCLXII INTER SINGVLARES I(mille)LXIIII ISDEM TEMPORIBVS / [Pontivs Epaphroditvs eripvit] ET VICIT CCCCLXVII Diocles ERIPVIT ET VICIT DII DIOCLES AGITATOR QVO ANNO CXXVII ABIGEIO LVCIDO POMPEIANO INTROIVGIS TRIBVS VICTOR CIII INTER / [3 inter em]INENTES AGITATORES INTROIVGIS AFRIS PLVRIMVM VICERVNT PONTIVS EPAPHRODITVS FACTIONIS VENETAE IN BVBALO VICIT CXXXIIII POMPEIVS MVSCLOSVS FACTIONIS PRASINAE / [3 vicit] CXV DIOCLES SVPERATIS EIS IN POMPEIANO VICTOR CLII SINGVLARVM VICIT CXXXXIIII AMPLIATIS TITVLIS SVIS COTYNO GALATA ABIGEIO LVCIDO POMPEIANO INTROIVGIS QVINQVE / VICTOR CCCCXXXXV SINGVLARVM VICIT CCCLXXXXVII.

                                                            Traducción

“Cayo Apuleyo Diocles, auriga de la facción roja, de nación hispano lusitano, con 42 años, 7 meses y 23 días.
Corrió por primera vez en la facción blanca, siendo cónsules Acilio Aviola y Cornelio Pansa (122 d.C.). Venció por primera vez en la misma facción siendo cónsules Manio Acilio Glabrión y Cayo Belicio Torcuato (124 d.C.).
Corrió por primera vez en la facción verde siendo cónsules Torcuato Asprenate por segunda vez y Anio Libón (128 d.C.).
Ganó por primera vez en la facción roja siendo cónsules Lenas Ponciano y Antonio Rufino (131 d.C.), condujo cuádrigas (durante) 24 años.
Salió de la puerta ¿-? 4.257  (veces).
Venció 1.462 (veces)110 a pompa.
Venció en singulares 1.064 veces, de entre ellas 92 premios mayores: el de 30.000 (sestercios) 32 (veces), tres de ellas con tiro de seis caballos; el de 40.000 28 (veces), dos de ellas con tiro de seis caballos; el de 50.000 29 (veces), dos de ellas con tiro de siete caballos; el de 60.000 tres veces; en los desafíos de dos carros 347 (veces), 4 de ellas con un tiro de tres caballos, (el premio de) 15.000 sestercios; en los de tres carros venció 51 (veces).
Consiguió los honores en 1.462 carreras, segundos 861 (veces), terceros 576, cuarto una vez con premio de 1.000, y salió en vano 1.351 veces.
En la facción azul venció 10 (veces), en la blanca 91, de ellas dos con premio de 30.000 sestercios.
Obtuvo una ganancia (total) de 35.863.120 sestercios, y además ganó con tiros de dos caballos miliarios (que ya habían ganado 1.000 carreras) 3 (veces), 1 (de ellas) en los blancos y 2 en los verdes. Tomó la delantera (desde el inicio) y venció en 815 (ocasiones), quedó retrasado (y luego) ganó en 67, perdió la delantera (la recuperó) y ganó en 36.
En otros géneros ganó 42 (veces).
Adelantó a todos (saliendo último) y venció 502 (veces), 216 en los verdes, 205 en los azules (y) 81 en los blancos.
Hizo centenarios a 9 caballos y bicentenario a 1. Sus distinciones (...) cuando un año ganó con un tiro de cuatro caballos por una cabeza (de ventaja) dos veces y adelantando a todos (saliendo último) dos veces. Según consta en las actas (del circo) Avilio Terencio, de su facción, fue el primero que venció 1.011 (veces), desde lo cual muchos (también) vencieron (...) Diocles, el año que (obtuvo) por primera vez 100 victorias consecutivas, fue vencedor 103, (y) venció en singulares 83.
Además de esto, aumentando la gloria de sus títulos, superó a Talo, de su facción, que por primera vez en la facción roja (...) Diocles, el más eminente de todos los aurigas, venció en un año 134 (veces) cediendo el inicio (¿dando ventaja?), en singulares 118, títulos que lo elevan por encima de todos los aurigas que jamás corrieron en los certámenes de los juegos circenses.
Todos repararon y admiraron el mérito de que, cediendo el inicio y con un tiro de dos caballos, llevando en su yugo a Cotino y a Pompeyano, venciese 99 (veces), 1 (con un premio de) 60.000 (sestercios), 4 de 50.000, 1 de 40.000 y 2 de 30.000 (...) de la facción verde, venció 1.025 (veces), el primero de todos desde la fundación de la ciudad que venció en 7 carreras de 50.000 sestercios.
Diocles le superó y venció 8 veces con tres (caballos), llevando en su yugo a Abigeio, Lúcido y Parato. Asimismo superó a Comunis, Venusto y Epafrodito, tres aurigas miliarios de la facción azul que ganaron 11 (veces) en (premios) de 50.000 sestercios. Diocles, con dos (caballos), Pompeyano y Epafrodito, venció en (premios) de 50.000 (sestercios) ¿12? (veces) (...) de la facción verde, vencedor 1.025 (veces), Flavio Escorpo, vencedor 2.048 (veces), Pompeyo Musculoso, vencedor 3.559 (veces), tres aurigas que (en conjunto) vencieron 6.632 (veces), 28 de ellas de 50.00 sestercios (...) Diocles, el más eminente de todos los aurigas, ganó 1.462 (veces), 29 (de ellas) de 50.000 sestercios.
Con nobilísimo esplendor brilla Diocles.
Si Fortunato, de la facción verde, con el (caballo) vencedor Tusco, ganó 386 (veces), 9 (de ellas) de 50.000 sestercios (...) Diocles, con el (caballo) vencedor Pompeyano, ganó 152 (veces), 10 (de ellas) de 50.000 sestercios y 1 de 60.000.
Diocles descolló con nuevas proezas y marcas nunca antes registradas, como ganar en un día dos veces (un premio) de 40.000 sestercios con un tiro de seis caballos, y, aún más, (...) con un tiro de siete caballos uncidos entre sí, espectáculo nunca visto hasta entonces con ese número de caballos, venció en un certamen de 50.000 sestercios, y descolló victorioso con (el caballo) Abigeio y sin látigo.
Ganó en otros certámenes de 30.000 sestercios (...) como estas novedades se vieron por primera vez está doblemente ornado por la gloria. El que parece haber obtenido el primer lugar de entre los aurigas miliarios, Poncio Epafrodito, de la facción azul, sólo ganó 1.467 (veces), 940 (de ellas) singulares, en tiempos de nuestro emperador Antonino Pío Augusto.
Diocles ganó 1.462 veces, 1.064 (de ellas) singulares.
En este mismo tiempo Epafrodito venció adelantando a todos (saliendo último) 467 (veces).
Diocles venció adelantando a todos (saliendo último) 502 (veces).
El auriga Diocles venció este año 127 (veces), con (los caballos) Abigeio, Lúcido y Pompeyano; Poncio Epafrodito, de la facción azul, venció con Búbalo 134 (veces); Pompeyo Musculoso, de la facción verde, con (...), venció 115 (veces).
Diocles los superó, (y) ganó con Pompeyano 152 (veces), 144 (de ellas) singulares. Y, aumentando su gloria, ganó 445 (veces), 397 (de ellas) singulares, llevando en yugo a los cinco (caballos) Cotino, Gálate, Abigeio, Lúcido y Pompeyano
El segundo texto procede del templo de la Fortuna Primigenia de Praeneste (actual Palestrina), donde decidió retirarse hasta el fin de sus días. De su muerte no se sabe nada.
Se piensa que murió en Praeneste, rico y con buena posición social.
Dejó dos hijos, chico y chica, Cayo Apuleyo Nimfidiano y Nimfidia, que dedicaron a su padre una estatua de la cual era basa la estela de la inscripción. El texto es el siguiente:”

                                                  Lapida Registrada   “CIL, XIV. 2884”
                       
                          C(AIO) APPVLEIO DIOCLI
                          AGITATORI PRIMO FACT(IONE)
                          RVSSAT(O) NATIONE HISPANO
                          FORTVNAE PRIMIGENIAE
                          D(onVm) D(edit)
                          C(aius) APPVLEIVS NYMPHIDIANVS
                          ET NYMPHYDIA FILII
                                  
Maqueta Circo Máximo, (Wikipedia)
Lo relatado en las inscripciones es lo que a ciencia cierta conocemos de Diocles, ambas lápidas (las únicas que se conservan sobre Cayo Apuleyo) tan sólo mencionan que era Hispano–Lusitano.
Los motivos que inducen a Maeso de la Torre a presentar a Diocles como Emeritense son comprensibles dentro del desarrollo de su novela histórica, Rodrigo Caro se vale de lo supuestamente atribuido a Dextro para hacer valer su inscripción, si bien Caro no pone el origen, este le viene dado de los fragmentos de Flavio Dextro, para sus intereses como Utrerano a Caro le hubiera venido mejor que los Apuleyos procedieran de Mérida, Laconimurgo le cae un tanto alejado, razón por la que cabe suponer que en su época no existía la conexión Emeritense y que esta pueda ser solo fruto de las necesidades de Maeso de la Torre, ante tal conclusión florecen preguntas e interrogantes de inciertas respuestas.
¿Qué puede inducir a Dextro o a su seudo a llevar a Diocles a Laconimurgo?
¿Por qué omiten las placas el origen de Diocles? ¡Acaso no era la Emerita Augusta lo suficiente conocida en todo el Imperio!
¿Pudo Diocles, llegar tan alto desde el viejo Laconimurgo?
Entre el verdadero Dextro y Diocles sólo hay doscientos años, Dextro pudo tener conocimiento del dato, hoy poco creíble por el seudo crónicon, dudoso pero no imposible.
En el siglo II d.C. Mérida estaba dotada de Templos, Circo, Teatro y Anfiteatro, Foro, Acueducto y demás servicios y privilegios que gozaban los grandes pueblos romanos, con citar el nombre de la Augusta Emerita bastaba para ser identificado, Laconimurgo por si solo no hubiera bastado, reiteradamente es mencionado junto a Caparra.
La placa de Roma desprende jugosas lecturas, sin duda la vida profesional de Diocles fue muy longeva para un auriga expuesto a mil peligros en cada carrera, (el peligro formaba parte del espectáculo) la táctica o estrategia de Diocles basada en su instinto y un profundo amor por los caballos la habría adquirido de igual modo en Laconimurgo, pueblo de calado origen Vetton, donde hombre y caballo en perfecta simbiosis iban de la mano, y donde el querido Bóreas se hubiese sentido tan a gusto o más, galopando por las praderas de la Reina, las Navas, Correal, la Raíz o Valle Ancho, que por las del Anas.