domingo, 9 de diciembre de 2012

Colegio Universitario de la Orden de Alcántara II Parte


                                              SEGUNDA PARTE

Al finalizar la primera parte de este episodio del traslado del Colegio Militar de la Orden de Alcántara a Villa del Campo, nos hacíamos una serie de preguntas que por el propio desconocimiento dejábamos en el aire, entendiendo que un asunto que llegó a las más altas esferas de reino, habría de dejar huella, se busco información y surgieron cartas y decretos o cédulas reales que casaban con lo hallado por Minera tiempo atrás y que ayudan a entender el episodio.

Evidentemente el Campo no era más seguro que Salamanca en aquel año de 1809, pero sí un lugar más discreto, aquí podía permanecer instituido con sus tres miembros colegiados sin levantar sospechas.
La propaganda de guerra fue un arma muy usada por ambos bandos, a menudo solían obligar a jurar lealtad a su causa, los alcantarinos estaban del lado de Fernando VII, y ante la capitulación de Salamanca prefirieron no verse sometidos a los franceses, en el Campo era más fácil pasar desapercibidos, y cuando pasara la tormenta estaban limpios e inmaculados para seguir ejerciendo su función.

La estrategia no era mala pero la imprudencia del tercer comisionado o miembro colegial permaneciendo en Salamanca más tiempo del estimado, (gracias al cual conocemos el episodio) dando tiempo a la ocupación del colegio y prestar juramento en nombre de el al rey intruso, desbarata los planes del rector que se ve obligado a hacerlo publico, desacreditando con ello que el Colegio Militar de Alcántara había prometido obediencia a los franceses ya que cuando estos entraron en Salamanca el Colegio estaba legalmente constituido bajo la justicia de Villa del Campo.
Con el comisionado y colegiado Josef Fajardo y Vargas en casa de sus padres por decisión del Rector, el 23 de Marzo de 1809, los restantes comisionados Frey Ignacio Antonio Pizarro como Rector y Joaquín Ladrón de Guevara como colegial de numero, exponen en un memorial lo acontecido en la salida de Salamanca y llegada al Campo.

El 25 de Marzo Don Martín de Garay vocal y secretario de S.M. Fernando VII en la Suprema Junta Gubernativa del Reino responde a los citados frey que ha dado cuenta a la Junta Suprema de sus acciones y tras conocer el Rey lo sucedido, se ha servido aprobar sus conductas dándolas como ciertas y por su lealtad y patriotismo, salvando el honor del colegio y no someterse al rey intruso manda se publique en la Gaceta del Gobierno.

El día 3 de Abril del citado 1809 se publica en la mencionada Gaceta un extracto de los hechos, (expuesto en la primera parte) la regia publicación no satisface a frey Joaquín Ladrón de Guevara, colegial de numero y uno de los comisionados que partió de Salamanca a Villa del Campo, (el otro fue el rector frey Ignacio Antonio Pizarro).

Para aprobar y acrisolar su honor y el del colegio, el día 5 de Abril, con el debido respeto, Ladrón de Guevara expone a S.M. que el extracto de la representación, hecha a su S.M. y que con su real permiso fue publicado en la Gaceta del Gobierno el día 3 del presente, omite el nombre del colegial que con su ligereza e imprudencia se quedo en Salamanca y firmó obediencia al Rey intruso, calla también el del otro que salio de allí salvando el honor del colegio. Prosigue que la oscuridad y ambigüedad dilacera su honor y estimación personal por que siendo inocente se le confunde con el culpado, y aunque el decreto dado por S.M. a los comisionados los sincera, honra, condecora y los llena de acendrada satisfacción indica a S.M. que en el referido decreto es la Orden de Alcántara la única que queda satisfecha como documento dirigido a ella, y con todos los respetos pide a S.M. que en la próxima Gaceta, mande aclarar que él don Joaquín Ladrón de Guevara fue el colegial que ha logrado con su salida de Salamanca el aprecio real y no el otro comisionado que se quedo y prestó juramento al rey tirano.

El 7de Abril del mismo año por orden de S.M. Don Martín de Garay se dirige al Rector del Colegio de la Orden de Alcántara de Salamanca exponiéndole el confuso memorial de frey Joaquín Ladrón de Guevara, en el cual solicita se aclare en la Gaceta lo expuesto en la manifestación que se hizo al publico de lo ocurrido con la salida de Salamanca, y le pide indique lo que se le ofrezca y perezca para la soberana determinación de la Real Orden, todo ello lo hace para su conocimiento y cumplimiento.

El día 8 del citado mes y año, el Rector se dirige a S.M. indicando que  el día anterior, su secretario y vocal de la Junta Suprema le había comunicado el mandamiento de que informase lo que le pareciera sobre la representación que el día 5 del corriente hizo a S. M. el colegial de numero don Joaquín Ladrón de Guevara y en desempeño de su cargo expone, que el referido colegial era el único que le acompaño en su precipitada salida de Salamanca, y en referencia al otro colegial de numero Josef Fajardo y Vargas, ya que S.M. había condecorado la orden nombrándolo comisionado con él, juzga y pide a su ilustrísima, suplica con razón, oportunidad y justicia y que no se vea expresado en la Gaceta su nombre y apellidos por el hecho de la salida de Salamanca, alegando que cualquiera podría dudar de su virtud y honradez, debiendo evitarse la más mínima ocasión por ser materia de tanta importancia, finaliza Rector, que ese es su juicio, salvo el siempre parecer de S.M.

La Gaceta no llego a satisfacer la petición de Ladrón de Guevara y a frey Josef Fajardo y Vargas lo encontramos en Agosto de 1820 ya como Presbítero de la Orden de Alcántara ejerciendo como cura rector de la Iglesia parroquial de la villa de Lopera Jaén, solicitando a las cortes que se sirvan declarar que los Freires Clérigos de las Ordenes Militares empleados en parroquias puedan elegir y ser elegidos, (solicitud que más tarde fue desestimada).

En cuanto a porque fue elegido el Campo para albergar la sede del colegio y no cualquier otro lugar, son varias las razones por las que fue eligió.

El Colegio Militar de la Orden de Alcántara estaba vinculado a la Encomienda de Santibáñez.
En Junio de 1768 Carlos III dicta una Cédula para que el Consejo de Ordenes expida al Colegio de la Orden de Alcántara de la Universidad de Salamanca los despachos necesarios para obtener por veinte años la Encomienda de Santibáñez que estaba bacante.

El 28 de Agosto del mismo año se concede el Titulo de Administrador con goce de frutos de la Encomienda de Santibáñez a favor del Colegio de la Orden de Alcántara de la Universidad de Salamanca por veinte años y en la misma fecha se otorga Titulo de Administrador de dicha Encomienda a frey Don Alonso de Valencia de la que es poseedor el colegio de dicha Orden.

El 22 de Enero de 1786 se concede el Titulo del beneficio curado de la Iglesia parroquial de Cilleros en la Orden de Alcántara a frey Ignacio Antonio Pizarro (Rector del Colegio en 1809).

 El día 6 de Octubre de 1786 se concede la Colegiatura de la Facultad de Cánones del Colegio de la Orden de Alcántara de la Universidad de Salamanca a Frey Josef de Sotomayor. (Más tarde Prior del Campo)

El 23 de Noviembre de 1787 se otorga Titulo de beneficio curado de la Iglesia de la villa de Santibáñez y la del Campo su anejo, a Frey Josef de Sotomayor. (Sotomayor tomó posesión del Priorato con residencia en el Campo, el 1 de Enero de 1788, relevando en el cargo a Don Pedro Morales Campos, responsables de la Estructura de la actual ermita de la Virgen de Gracia).
De Sotomayor se tiene conocimiento que estaba en el Campo al menos hasta 1803, todo indica que también estaría en 1809.

Las razones del traslado podrán ser más amplias de lo aquí expuesto, pero no más claras.

En 1816 el Colegio Militar de la Orden de Alcántara volvía a estar matriculado en la Universidad de Salamanca.


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