jueves, 23 de mayo de 2013

Origen y fin de la aldea de Trasgas (Ampliado)

                                                   A. B. V. C
Mapa en 3 D (Requiere gafas para verlo plenamente)

De la aldea de Trasgas, al igual que de otros despoblados de la comarca (Ranconada, Cozuela, Marchagaz, Puñosa y Puñoenrostro) con referencias en el tiempo, tan solo conocemos ciertos datos de su existencia y despoblamiento, en el caso de la aldea de Trasgas las referencias transcurren  en un mínimo espacio de tiempo, todo cuanto sabemos de ella gira en torno al brevísimo periodo comprendido entre 1184 y 1188.

Las bulas de Lucio III y Urbano III, dejan clara e inequívoca constancia de su presencia en el último tercio  del siglo XII, y el deslinde Terminal de Aldeanueva, confirma su despoblamiento cesando su función como tal aldea.
Por el deslinde conocemos el final, pero no su inicio, nadie da señales de ello, tan solo el Padre Francisco de Coria en su descripción de Extremadura, al ubicarla sobre las cenizas del viejo Laconimurgo, cita levemente que se levantó en el medievo, poco argumento para tan largo periodo, el medievo abarca mil años y eso es mucho tiempo para cifrar un asentamiento, la propia escasez de datos, propicia cifrar su creación en el amplio medievo.

Evidentemente la aldea de Trasgas debió ser creada en el medievo no cabe otro modo, Trasgas se despobló dentro de el y Laconimurgo existía en su comienzo.

Desde cuando estaba poblada la aldea de Trasgas, es algo que quizás nunca  sabremos, Laconimurgo dejó de existir hace 1600 años y Trasgas más de 800, y como ya se ha dicho, todo cuanto conocemos de Trasgas, trascurre en un brevísimo espacio de tiempo, sin mas vías de indagación que el mapa de ocupación zonal.

La brevedad del periodo en que Trasgas aparece citado, no ha pasado inadvertida a prestigiosos autores Extremeños de excelentes trabajos en la Universidad de Extremadura, J. Clemente Ramos y J. L. de la Montaña Conchiña, citan esta breve mención en su obra “La Extremadura Cristiana (1142 – 1230) Ocupación del espacio y Trasformaciones Socioeconómicas” aunque en la pagina 96, los citados autores hacen referencia a Laconimurgo, con Ranconada y Cozuela como núcleos poblados, de efímera existencia, sin duda se refieren a Trasgas, por las fechas que citan los mencionados autores, Laconimurgo llevaba  ya unos 800 años destruido, y en la nota 31 de a pie de Pagina, se lee textualmente, “En nuestra zona, Laconimurgo no se registra más que en 1181 y no se vuelve a citar posteriormente”. La fecha puede ser valida para Trasga, coincide con la llegada del obispo Arnaldo que pone fin al vació episcopal de 4 años y aunque no haya documento que lo acredite, bien pudo ser donada a la Iglesia de Coria, junto con Santa Cruz para tal acontecimiento.
En cuanto a la citación, al no ser Laconimurgo sí no Trasgas, dicha aldea es mencionada en las bulas pontificias de Lucio III 1184 y Urbano III 1186 a sí como en el deslinde de Aldeanueva 1188, en el que se certifica su despoblamiento, no así el de su Iglesia que figura como ermita de Ntra. Sra. de Reina, tal como testifica el padre Coria 420 años más tarde.

                                                  OCUPACIÓN ZONAL

Mapa en 3 D
Al considerar que Laconimurgo no escaparía a las hordas bárbaras, como indica el Padre Coria, situamos su destrucción al comienzo de la edad media, la falta de signos posteriores en el propio lugar, más los asentamientos de la Raíz y su entorno, (poco o nada conocidos por los prestigiosos historiadores) algo más acordes con los tiempos, descartan la creación de Trasgas en la llamada baja edad media.

Trasgas contaba con Iglesia, que ha de ir ligada a una diócesis, sin la cual carecería de sentido.

Como es sabido tras la invasión bárbara y el periodo visigodo se impuso la supremacía musulmana en la zona, durante cinco siglos, entre el VIII y XII con el consiguiente vació episcopal de Coria, es cierto que en algún periodo hubo obispos titulares de Coria, pero sin tiempo material para configurar una diócesis.

En 1142 el Emperador Alfonso V II conquista definitivamente Coria y restablece la silla episcopal, en los mismos términos que lo fue en época de San Isidoro y Recaredo, para tal efecto desde Burgos, el 30 de Agosto de 1180, 1142 año del señor, Alfonso VII donó por Herencia a la nueva Iglesia de Coria, fundada en honor de Santa Maria y a su recién ordenado obispo Iñigo Navarrone, todas las Iglesias extramuros y en el exterior de su episcopado, así como los monasterios.
Da además a la iglesia cauriense y a su prenominado obispo y sucesores, la torre que fue del moro Alchaeto, con el solar que hay delante de ella para que en el levanten sus casas.
Dona también a la predominada iglesia y a su obispo la tercera parte de las casas de la ciudad y de todas las rentas reales y de herencias reales presentes y futuras, de tierras, huertos, molinos, prados, hornos, baños y tiendas, de peces, carnes, bestias, ganado y demás rentas que lleguen para la predicha Iglesia y el obispo de Coria.
Da a la iglesia Santa Maria de Coria, la décima parte de todo su trabajo, es decir, del pan, del vino y de los huertos y ganados que tuviere allí. Sobre esto da a la Iglesia y a su obispo el huerto que está bajo la ciudad de Coria, en la parte del río en la que están las higueras y la tierra que está junto al mismo huerto hasta el camino que viene del valle, junto al monte en el que fue herido el Conde Roderico Martínez y desde el mismo camino y monte, hasta el río que discurre por la misma tierra.
Lamina de Coria
(La detallada descripción, que hace el Emperador del huerto y la tierra que esta junto a el, refleja claramente el desarrollo y valor agrícola de Coria, detalle poco usual que al ser mencionado regiamente, adquiere una indudable autenticidad.
No menos importante es la mención de las tierras lindantes con el huerto, en la que como referencia se indica que en ellas fue herido el Conde Roderico.
Roderico Martínez no solo fue herido en aquel lugar, la herida le costo la vida, en el fallido asalto a Coria que en Julio de 1138 llevó a cavo Alfonso VII el Emperador, hijo mayor del conde Martín Flaínez, Roderico fue una figura relevante de la Tierra de Campos, poseyó varias tenencias, gobernó MayorgaAtienza y Medina del Campo, y las torres de León entre otras, contrajo matrimonio con Urraca Fernández de Castro, tras la muerte de Roderico, Urraca mantuvo amoríos con el rey, de quien tuvo una hija, llamada Estefanía, que años más tarde inspiro a Lope de Vega la tragicomedia de “La desdichada Estefanía ”. 
Torre en la que fue herido el conde Roderico 
 La crueldad de Roderico hacia sus enemigos era sobradamente conocida, como ya se ha dicho Roderico murió en el asalto a los muros de la ciudad de Coria como consta en la C.A.I. “Chronica Adefonsi Imperatoris”. En el asalto Roderico ejercía de cónsul y escaló una de las muchas torres de madera mandadas construir por el Emperador, momento en el que una flecha enemiga alcanzó su garganta, en la misma torre el cónsul arranco la flecha de su cuello y comenzó a sangrar sin que nadie pudiera parar la hemorragia, todo intento de pararla fue en vano, Roderico murió al atardecer del día siguiente, al volver de las montañas el Emperador fue informado del fatal acontecimiento, reunió a los suyos y en su presencia nombró cónsul a su hermano Osorio Martínez. El duelo por Roderico fue masivo en todas las ciudades, según consta en la C.A.I., su hermano traslado con honores militares su cuerpo a su lugar de descanso en León.
Cuatro años más tarde Coria fue conquistada, la mención del sitio donde cayó herido el conde, en la donación de los terrenos a la Iglesia de Coria, pudo ser un homenaje del monarca por la lealtad que el conde tuvo a su persona.
El dato también es aprovechado por quienes busca la autoría de la C.A.I.  estimando que el autor debió ser del entorno del monarca para conocer ciertos detalles como este, recayendo las sospechas sobre Arnaldo obispo de Astorga.

Con idéntica precisión describe y detalla otras tierras, la Iglesia de San Gines y el monasterio de la Santa Cruz, que con sus propiedades son donadas hereditariamente a la Iglesia Santa Maria de Coria, a su obispo Navarrón y sucesores.

La extensa donación serviría de base para la consolidación de la diócesis Cauriense, que poco a poco donación tras donación, ira consolidando su silla.

En 1157 muere el Emperador Alfonso VII y el reino se divide, León para Fernando y Castilla para Sancho.

Con el nuevo monarca Leones la silla Cauriense cambia de amo, ahora es ocupada por Suero, a el y a sus sucesores va destinada la bula de Alejandro III, emitida en Benevento, el 7 de Agosto de 1168, previamente se produce la correspondiente donación por parte del monarca Leones Fernando II. La bula confirma a la Iglesia de Coria y a su obispo, todas las posesiones que en justicia le pertenecen, tanto las conquistadas como las que en el futuro se conquistasen, entre los bienes figuran las villas de Cáceres y Alcántara, recientemente conquistadas.

En 1167 Fernando II de León, conquista la transierra, y Alcántara entre otras plazas fuertes.

En 1174, el Almohade Abu Yaqub Yusuf, entró en campaña contra los Leoneses, conquistando Cáceres y Alcántara, y llegó a sitiar Ciudad Rodrigo, que defendió el propio rey, el ejército Almohade capitaneado por Abu Hafs abandona las posiciones ganadas, volviendo a establecerse la frontera en el Tajo.

La silla quedó vacante entre 1177 y 1181.

El 4 de Mayo de 1181 la ocupa Arnaldo y un año más tarde Fernando II amplia sus bienes con la entrega del diezmo de la tercia del realengo de Alcántara, y manda que tanto en Coria, Alcántara, Cáceres, y Alconétar no se levanten Iglesias sin el consentimiento del citado obispo.

En Marzo de 1184, Fernando II confirma a la Iglesia los bienes y derechos concedidos por su padre al anterior obispo Navarron y los que el había concedido al actual Arnaldo, le cede la tercera parte de Cáceres, donada dos años atrás y garantiza que las donaciones no supondrán disminución de los derechos episcopales.

Este mismo año de 1184 se promulga la bula de Lucio III, en la que se agrupan los bienes, derechos, y posesiones con que contaba la Iglesia Cauriense, la concesión de la regla de San Agustín que le da el papa y la delimitación que hace de su territorio, que en aquel tiempo y a juzgar por la demarcación, no abarcaba más que la margen derecha del Alagón y la cuenca y valle del Árrago.

(Tanto la traducción de la parte mas interesante de la bula, como de anteriores documentos en latín, son obra de Minera, que dado lo viciado de los documentos ha realizado un gran esfuerzo por traducirlos, para facilitar una mayor comprensión.)

                     BULA  DE LUCIO III  A LA IGLESIA SANTA MARIA DE CORIA

Lucio obispo siervo de los siervos de Dios, al Venerable hermano Arnaldo Obispo de Coria y a todos sus sucesores canónicamente investidos a perpetuidad. Cuantas veces  nos sea pedido lo que por derecho y honestidad  diferenciemos convenir, a nuestro ánimo será lícito libremente conceder e impartir el sufragio y petición deseado que solicita.
 Por lo tanto, venerable hermano en Cristo, asentimos clementemente a tus justas peticiones y asumimos la Iglesia de Santa Maria de Coria a cuyo Señor autor presides bajo San Pedro y nuestra protección y por el presente escrito concedemos  privilegio.
 Puesto que  en los primeros artículos para el orden canónigo que según Dios y San  Agustín regulen para ti, Hermano obispo, sea fundado, distinguido, observado, allí mismo, en la misma iglesia inviolablemente para siempre.
Además, la misma iglesia posee cualesquiera posesiones cualquier bien por justicia y derecho canónigo y en el futuro por la concesión generosa del pontífice. Por la donación del Rey o del Príncipe o por otras justas maneras  para ayuda al Señor podría adquirir para ti y tus sucesores y perduren intactas. En la cuales palabras exclusivas consideramos esto se ha de pronunciar:
 El mismo lugar en el que está situada  la antedicha iglesia con todas sus
pertenencias diocesanas para tu episcopado, según fluyen las aguas contra Coria por las cimas de los montes que son el monte Jálama, hasta los que están más allá de Puerto Muñoz y los que están delante de Cáparra, el derecho diocesano en Cáparra y en sus limites y en todas las Iglesias en Cáceres y en sus limites y en todas las Iglesias en Alconetar, Alcántara y en sus limites y en todas las iglesias en Milana, Trebejo. Almenarella, Palomero, Rinconada, Atalaya Pelayo Vellido y en sus límites y en todas las Iglesias y todo bajo los antedichos límites señalados entre la diócesis, por el derecho parroquial que tienes en los monasterios o en todas las otras Iglesias establecidas bajo los antedichos límites y también el derecho del patronato según fue dado por Alfonso Emperador de España, de tu Iglesia de buena memoria, y confirmado por el queridísimo en Cristo Fernando rey de las Españas, la tercera parte de la ciudad de Coria y todos lo derechos reales entregados con todos los otros según están expresados en los privilegios anteriormente del eEmperador y su hijo el Rey Fernando, la Iglesia de San Ginés con sus  pertenencias, el derecho diocesano en Coria y sus límites con todas sus Iglesias, el castillo de Santa Cruz con sus pertenencias y todas sus Iglesias, LA ALDEA DE TRASGAS CON LA IGLESIA DE SANTA MARÍA Y EL HOSPÌTAL PARA SUS VECINOS Y OTRAS PERTENENCIAS SUYAS, la aldea que llaman Ahigal y la Villa que llaman Ceclavín con sus Iglesias, pertenencias y límites, la tercera parte de Cáceres y de  todo su límite según consta en el privilegio que para ti hizo previamente el Rey Fernando, décima parte de todos los derechos reales  de Alcántara el cual ya dictó el Rey Fernando a Suero tu antecesor, dio para ti y confirmó su privilegio, razón por la cual llaman de Santa María según consta en el antedicho escrito auténtico del rey, el monasterio de Santa María de Abadía, monasterio de Palomero e Iglesia de Santa María del Árrago.

La Bula prosigue con cuestiones menores y la correspondiente lista de confirmantes, y está fechada en Verona en Abril de 1184.

El recorrido por la ocupación zonal, y la estructura de la bula, conduce a la creación de Trasgas en la alta edad media, con silla episcopal restablecida y cierto margen operativo bajo el auspicio del monarca Leones Fernando II restableciendo el eslabón de Trasgas en la cadena Valdarrago, Pozuelo, Ahigal o bien, Valdarrago, Pozuelo, Rinconada como puntos de ocupación, hay constancia de que  tras la campaña de Alcántara Fernando II, recorrió la transierra dictando normas para su reconstrucción y repoblación, a fin de mejorar los recursos y aprovecharlos en futuras operaciones.

Lo aquí expuesto, llevaría la creación de la aldea de Trasgas, a un periodo posterior al restablecimiento de la diócesis de Coria, por lo cual, su existencia pudo ser tan breve como las noticias que tenemos de ella.

La brevedad de su existencia, no resta el valor que tuvo respecto a los límites con el Campo, posteriormente adulterados o usurpados.

En 1188, el nuevo monarca Alfonso IX, por cuestiones estratégicas, ve más necesario ocupar la parte alta del valle, despuebla Trasgas y ocupa el espacio con la creación de Aldeanueva en la falda de la sierra de Santa Cruz, hoy Dios Padre.

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