Hacer participe, Transmitir, Difundir, Exponer, Distribuir, Poner en común, dar lo que se tiene para disfrute de todos. En definitiva, Compartir, es lo que quiero hacer, en este día tan especial.
Tres hojitas de Aurel |
Aunque
solo sea en contadas ocasiones, el arduo trabajo de la investigación histórica
y su redifusión te da pequeñas satisfacciones, que de algún modo compensan el
tiempo invertido, en esta ocasión es la prestigiosa revista “Ritmo” la que al
hacerse eco de la IX convocatoria del Concurso Internacional Amadeus de
Composición Coral (CIACC) me llena de
satisfacción, al ver el nombre de Villa del Campo asociado al popular romance
“Estaba la Catalina” (téngase en cuenta
que en lo referente a Extremadura el citado Romance suele ir ligado a Arroyo de
la Luz), en esta ocasión el profesor y director del coro Amadeus de Puebla
de la Calzada, Alonso Gómez Gallego, lo asocia con Arroyo de la Luz y Villa del
Campo.
No
deja de ser cierto, que al comienzo de los años 30, del pasado siglo, Kurt
Schindler, compositor Americano de
origen alemán, realizó una grabación de este tema, en Arroyo de la Luz, y que
años más tarde en 1952, el también americano Alan Lomax grabó el tema y
posteriormente fue publicado en “The Spanish Recordings: Extremadura”.
Entre
tanto el musicólogo placentino Manuel García Matos, realiza grabaciones y
recoge datos por la alta Extremadura, de cuyo trabajo saldrán, “La Lírica
Popular de la Alta Extremadura” y “El Cancionero de la Provincia de Cáceres”, en
este ultimo, se incluyen cuatro versiones de “Estaba la Catalina”, “Las Señas
del Esposo” o “Las Tres Hojitas de Laurel” (de
las tres formas es conocido el romance) y es aquí donde la versión de Villa
del Campo aparece íntegramente y por delante de las demás versiones, cuando
García Matos, presenta la archiconocida versión de Arroyo de la Luz, lo hace
como referencia “B” al tema 15, que es la versión de Villa del Campo, y en la
nota “
Es
de sobra conocido que las canciones coplas o romances, de tradición oral, no
suelen ser de nadie, surgen de la voz popular, y como tal el viento las esparce
aquí y allá, el pueblo las toma y adapta como suyas, y ya nadie sabe de donde
vienen, ni adonde irán.
La
carencia del sentido lógico suele ser habitual en canciones y romances y en no pocas ocasiones la costumbre hace que
apenas se noten o nos fijemos poco en ellas, la temática de las cuatro
versiones, recogidas en el citado Cancionero de Cáceres, viene a ser la misma, pero
con pequeños detalles que las hacen peculiares, en la primera versión, la
Catalina está a la fresca, sentada en un verde Aurel, con los pies en la
frescura, viendo las aguas correr, esto denota cierto sentido ya que el Laurel
requiere frescura para crecer, la versión Arroyana sitúa a la Catalina
sentadita en el andén, (según García
Matos, ídem en la versión de Descargamaria) sin embargo en la versión de
Robledillo de Gata, la acción se sitúa en el portal de la casa, y el nombre de
la dama es Blanca, (esta versión viene a
estar en consonancia con la esplendida interpretación de Acetre Folk
Bilingüe https://www.youtube.com/watch?v=r_4CFIZKwcE
recogida en Olivenza, y muestra una vez
más la riqueza del folklore, que ofrece versiones idénticas en localidades
alejadas, obviando las más cercanas a su natural entorno) en ningún caso la Catalina se percata de la presencia
del marido, no lo reconoce ni se extraña de que la llame por su nombre sin
conocerla, ya que lo que esta en juego o se pone en valor, es la lealtad o
fidelidad de Catalina, no es de extrañar que en ocasiones se sustituyan o
añadan palabras sin sentido que busquen la rima, ya sea asonante o consonante.
En
el segundo verso de la versión Arroyana que recoge García Matos, el andén
remplaza al laurel, y se mantiene en los correspondientes estribillos, tal vez sea una errata de Matos ya que tanto
la versión que recoge Kurt Schindler en torno a 1930 como la recogida por Alan
Lomax en 1952, en ese segundo estribillo se cita y ¿viva el laurel! sin que
esta palabra se encuentre en el romance y carezca del sentido amoroso que tiene
el primero.
En
esta versión Campusa que destaca García Matos, muy armónica y compensada, se
aprecian detalles personales, pequeñas pinceladas propias de la informante que
imprime su sello personal, en esas voces tan particularmente Extremeñas que García
Matos recalca, Faustina Sánchez Alonso, se mete en el personaje de Catalina, y
dicta su propio estilo, no es Catalina quien dice Aurel, usté, lao, o casá, es
ella la que habla imponiendo su propio estilo, demostrando que vivía y sentía
el folklore. En dicha versión el Aurel es utilizado con doble sentido, primero
como un lugar fresco y agradable, donde pacientemente espera Catalina y más
tarde, entre las señas del esposo, aparecen las tres ramitas de Aurel, símbolo de
buena suerte, el esposo regresa sano y salvo de la guerra y Catalina ha sido
fiel.
Se
desconoce porque Kart Schidler y Alan Lomax, no citan esta versión Campusa,
sobre todo Alan Lomax, que en 1952 coincidió con García Matos en el Festival Folklórico
de Palma de Mallorca, donde el americano grabó el ramillete de
interpretaciones, las únicas en las que se puede escuchar al maestro placentino
interpretar pindongos y paloteos, interpretados a flauta y madera ya que a
falta de tamboril, el maestro golpea sobre una madera (posiblemente una mesa) y que produce esa extraña sensación de
hacerlo sobre el aro del tambor.
Ante
lo expuesto, sobran razones para defender los méritos de esta desconocida versión
que merece ser citada y puesta en su justo valor.
Versión recogida en Villa del Campo por Manuel García Matos a Faustina Sánchez Alonso. Canción numero 15 del Cancionero Popular de la Provincia de Cáceres de Manuel García Matos, Melodía 33.
Estaba la Catalinasentada en el verde aurelcon los pies en la frescuraviendo las aguas correr.Pasó por allí un soldado,un soldadito del rey.- Dios te guarde, Catalina,- Dios le guarde a usté también.Oiga usté mi buen soldado,que pregunta quiero hacer.¿Ha visto a usté a mi marido,que es soldado como usté?- Si usted me diera las señas,quizás le conoceré,- Mi marido es alto y rubio,alto y rubio como usté,en el puño de la espadalleva señas de marqués,en el lao derecho llevatodas las armas del rey,y al otro ladito llevalas tres hojitas de aurel.- Ese soldado, señoradías ha que muerto es.Yo me hallé en el testamento,y en el entierro también,y quedo en el testamentoque me case con usted.- No lo quiera Dios del cieloni lo permita la leyque mujer de mi linajese vuelva a casá otra vez,una hija moza que tengo,monja la pienso meter,y un hijo mozo que tengo,al rey se lo entregaré,el padre murió en la guerra,que muera el hijo también.- Calla, calla, Catalina,y mira y fíjate bien,yo soy tu esposo amadoy tu eres mi esposa fiel.
E, Moreno.
Madrid 1 de Abril de 2024