lunes, 13 de noviembre de 2017

En Clave Femenina


A la mujer Extremeña que padeció infundadas vejaciones y soporto el peso de supersticiones y mitos

Muchas son las veces que he mirado y contemplado el altar mayor de nuestra Iglesia Parroquial, y muchas más las que estuve frente a el, sin ver nada delante de mí, quizás sea algo normal que nos adaptemos a aquello que reiteradamente vemos, sin percatarnos de lo que percibimos.
Recientemente observe el citado retablo y noté que algo no encajaba, una ved más repase la composición estructural ampliándola a los retablos laterales, tratándose de un templo Alcantarino es normal que San Francisco esté en el lado del Evangelio y San Antonio en el de la Epístola, aún desconociendo la composición original del retablo central, mantiene estructuras clásicas, en la calle central el sagrario con hornacina para exposición del Santísimo, sobre ella, Nuestra Señora de los Ángeles, bajo cuya advocación está actualmente el templo, y en la parte superior un rectángulo vertical con orla de Ángeles y rayos solares que se desprende de los laterales, en la calle del Evangelio el patrón local San Bartolomé y en la de la Epístola San Ramón, y es precisamente este santo quien no me encajaba en la composición, desconociendo como desconocemos tantísimas cosas de nuestro pasado, intente acercarme un poco a el.

Detalle de San Ramón y la rica ornamentación y abundante filigrana del Altar
Mayor de la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de los Ángeles, Villa del Campo 
Lo primero que encontré es que su festividad se celebra el 31 de Agosto, tan solo seis días después de la de San Bertol, esto me pareció que al tratarse de una festividad tan cercana le restaría meritos, si bien es verdad que la festividad de San Bertol y la feria es relativamente reciente, (a finales del siglo XVIII no existía la feria y de San Bertol no había datos,) y en la antigüedad San Ramón pudo tener más peso o influencia dentro de la feligresía, no en vano, San Ramón es venerado en numerosos pueblos y su fiesta fue de carácter universal hasta 1969.

San Ramón “Nonato”, fue un religioso Mercedario (los Mercedarios fueron fundados por San Pedro Nolasco para la redención de cautivos católicos en manos musulmanas) natural de Portell, comarca de la Segarra en aquel tiempo Corona de Aragón, hoy Cataluña, su adjetivo calificativo indica no nacido (es decir, extraído del útero por cesárea, tras el fallecimiento de su madre) condición que le llevó a ser el patrón de los partos, matronas, niños, embarazos, y personas falsamente acusadas, y es en esta función de concepción-gestación y acusación, donde la mujer extremeña injustamente ha sufrido y soportado agravios e injusticias basadas en leyendas, tradiciones absurdas y nefastas supersticiones.

San Ramón “Nonato”, fue un religioso Mercedario natural de Portell, en aquel tiempo Corona de Aragón, hoy Cataluña, su adjetivo calificativo indica no nacido (es decir, extraído del útero por cesárea, tras el fallecimiento de su madre) condición que le llevó a ser el patrón de los partos, matronas, niños, embarazos, y personas falsamente acusadas, y es en esta función de concepción-gestación y acusación, donde la mujer extremeña injustamente ha sufrido y soportado agravios e injusticias basadas en leyendas, tradiciones absurdas y nefastas supersticiones.



Desde tiempos inmemoriales, y especialmente en Extremadura la mujer era la única responsable de la esterilidad en la pareja, el hombre estaba libre de toda sospecha y sobre ella recaía la culpabilidad de la ausencia de hijos en el seno del matrimonio llegando a ser causa de humillaciones, trastornos y graves preocupaciones, fruto de la supremacía del hombre, del oscurantismo y de su lógica ignorancia, además del fervor y el deseo de ser madre, la mujer Extremeña percibía en sus adentros que un matrimonio sin hijos, tarde o temprano solía conllevar el menosprecio o abandono del marido, la sociedad acusaba a la mujer estéril, de vicios y males que no conllevaban las necesarias y estimables virtudes para concebir, esta creencia o temor inducía a las supuestas estériles a procurar conseguir la fecundidad por cualquier  método a su alcance, y como tal se sometían a practicas degradantes y absurdos y ridículos métodos que le suponían un autentico calvario.

Más compasivas o humanitarias, eran las prácticas o creencias religiosas, muchas de las cuales iban dirigidas a San Ramón, razón por la cual este santo pudo gozar de cierta veneración, sin olvidar que a su lado se encuentra San Antonio y sí a este santo se le solía pedir novio, por que no pedirle a San Ramón que las hiciera fértiles.

viernes, 3 de noviembre de 2017

"Las memorias sepulcrales de los Jerónimos de San Lorenzo del Escorial,"

Recientemente se ha tenido noticias, de que en la pagina 955 del segundo tomo de un libro publicado en 2001 por Ediciones Escurialenses, entre las diferentes poblaciones que en su índice alfabético aparecen, se encuentra Villa del Campo (Cáceres) indicando en ella el numero de paginas en las que es mencionado.
El citado libro lleva por titulo "Las memorias sepulcrales de los Jerónimos de San Lorenzo del Escorial," y es su autor [Fernando Pastor Gómez-Cornejo.]
Dado que no se cuenta con acceso al libro vía Internet, y su precio es muy elevado, se opta por hacer un mínimo estudio basado en experiencias personales, a simple vista y desconociendo el contenido real del libro, y viendo la claridad y especificación con que aparece, podría entenderse que la citación es correcta y que hubiera alguna relación Campusa con los citados Jerónimos, las posibilidades de certeza de dicha publicación son escasas por múltiples motivos, entre ellos el de ser villa de ordenes.

Tras el pequeño estudio, se llega a la conclusión de que una ved más, se trata del mismo error cometido y no subsanado por el Archivo Histórico Nacional sobre los Campusos titulados en la Universidad de Alcalá de Henares, y que las diferentes veces en que aparece la Villa del Campo, corresponden a localidades que en otro tiempo se llamaron así y que su autor las ubica en la actual Villa del Campo, provincia de Cáceres, por el simple hecho de ser esta localidad quien actualmente ostenta dicho nombre y una ved más, la falta de rigor, nos atribuye algo que no nos corresponde.