A las diez horas del día 31 de Agosto de 1911 en la casa
habitación de sus padres sito en la calle del Vergel Nº 1 de Villa del Campo,
nació Samuel Pool Barquero.
Así consta en el folio 10 de actas de nacimientos de ese año
en esta villa, poco o nada que objetar, a no ser por lo inusual del apellido.
Sin duda alguna el apellido Pool, no tenia, ni tiene el más
mínimo arraigo en la comarca, y hay que remontarse a tres generaciones para ver
la rama de este apellido entrando en España.
James Pool Cornforth, era hijo de Thomas Pool, 1785 (Dudley, Worcester, o Tipton Staffordshire
Inglaterra) y de Sarah Cornforth, bautizada en Worcester, 1786, James Pool Cornforth,
fue bautizado el 19 de Marzo de 1815 en (Bilford,
Stafford, o West, Bromwich Staffordshire Inglaterra) en 1836 contrajo
matrimonio con Sarah Parkers y dos años más tarde es contratado por el gran
reformador de la siderurgia Española, Antonio de Elorza y Aguirre.
James Pool Cornforth, entró en España en 1838 para trabajar
como alisador en la ferreria de el Pedroso (Sevilla)
por cuyo trabajo percibía 3 libras semanales, 1,5 en caso de enfermedad
contraída, (una libra equivalía a 8 pts)
con derecho a medico, medicinas, viaje de ida y vuelta, para el y su familia, casa
con muebles dentro del establecimiento, leña y aceite entre otros emolumentos.
El contrato tenia un año de duración y era prorrogable, se
desconoce si tras su conclusión fue renovado, como lo fue el de su hermano
Thomas Pool, de oficio tornero al que le fue renovado el contrato el 5 de Abril
de 1839, a pesar de haber incumplido uno de los requisitos. Tanto sí el
contrato le fue renovado o no, James Pool siguió en España donde era conocido
como Diego Pool, más tarde sobre 1844, cuando Elorza recibe el encargo de rehabilitar
la fabrica de armas de Trubia, entre otros se lleva con el a James (Diego) Pool Cornforth.
La familia se establece en Trubia donde era muy apreciada,
como queda patente en el entierro de Isabel Pool, (Eliza McCormick) esposa de Thomas Pool, que también había sido
reclutado por Elorza para trabajar en Trubia.
El cadáver de Isabel fue conducido de Trubia a Mieres,
porque allí ya existía un cementerio protestante y desoyendo las protestas del
párroco y del obispo, tanto las autoridades como personajes destacados
acudieron al sepelio.
La descendencia de James (Diego)
Pool y Sarah Parkes no aparece clara, consta que al menos tuvieron dos hijos,
N. Pool Parkes que emparienta con un Ortiz y Guillermo Pool Parkes, nacido en
Trubia que emigra a Río Tinto y contrae matrimonio con Josefa Bueno Márquez, de
cuyo matrimonio nació Guillermo Pool Bueno,
(Huelva 1885, Sevilla 1915). Guillermo Pool Bueno, se casó con Paula
Barquero Gómez, natural de Guijo de Galisteo, nacida el 15 de Enero de 1889, de
cuya unión nació en Villa del Campo Samuel Pool Barquero.
Al contrario que la rama Inglesa de Samuel la Cacereña , estaba
plenamente enrraigada en la zona y sin dificultad se accede a cuatro
generaciones anteriores.
Del matrimonio Antonio Gómez
y Maria Lorenzo, nació Felipe Gómez Lorenzo (Villa del Campo, Cáceres) Felipe se casó con Catalina Paule Hernández,
nacida en Villa del Campo y era hija de Bernabé Paule, natural de Pozuelo de Zarzón (Cáceres) y de Maria Hernández (Villa del
Campo) de cuyo matrimonio nace Engracia Gómez Paule, natural de Villa del
Campo, y nacida en 1854, Engracia contrajo matrimonio con José Barquero Sánchez,
natural de Guijo de Galisteo, hijo de Matías Barquero Santos, también del
Guijo, y de María Sánchez Egido (Montehermoso
Cáceres) de tal unión, el 15 de Enero de 1889 en Guijo de Galisteo nació
Paula Barquero Gómez, que casada con Guillermo Pool Bueno, y residentes en
Villa del Campo, tuvieron entre otros a Samuel Pool Barquero.
Se desconoce como y cuando llegó Guillermo Pool Bueno a esta
tierra, por lo expuesto en el acta del nacimiento de Samuel conocemos que era
vendedor, ya que presenta una cedula que le acredita como tal, pequeños datos
biográficos indican que Samuel nació en el seno de una familia Evangélica. La
estancia de Samuel en Villa del Campo fue brevísima, un año más tarde de su
nacimiento, su familia estaba en Orán (Argelia) donde su padre ejercía de
pastor y maestro, allí nació Jacques Albert Pool Barquero, el 12 de Noviembre
de 1912, a mediados de 1913, la familia Pool-Barquero estaba asentada en Santa
Amalia, (Badajoz) donde Guillermo ejercía de maestro en la escuela Evangélica,
en dicha localidad pacense, el día 13 de Diciembre, nace Marina Pool Barquero,
un mes más tarde fallecía Jacque Albert,
y el 28 de Diciembre de 1914 muere en Santa Amalia Paula Pool Barquero, un año
después en Sevilla moría Guillermo Pool Bueno.
Por aquellas fechas, los abuelos maternos de Samuel, José
Barquero Sánchez (Guijo de Galisteo)
y Engracia Gómez Paule, (Villa del Campo)
se encontraban en Medellín (Badajoz) donde ejercía de Colportor y pretendía
fundar allí una escuela Evangélica, los niños pasaron al cuidado de los abuelos
de los que sin duda adquirió los conocimientos del Castuo, así como las
costumbres y tradiciones que más tarde reflejaría en sus escritos, y con ellos
permaneció hasta su ingreso en el orfanato protestante de el Escorial, llamado
Casa de Paz. En el Escorial, Samuel y Marina estaban a cargo de Catalina
Fluche, de la familia de los Fliedner, donde desempeñaban tareas no solo
educativas.
Según datos biográficos, Samuel termina sus estudios en
Madrid y Alemania con verdadero apasionamiento de las leguas, añadiendo a sus
primeros conocimientos del Castellano y Castuo, el Portugués, Alemán, Ingles, Francés,
Latín, Griego, Hebreo y Árabe, dedicando toda su vida a la enseñanza. Tras su
licenciatura trabajó en Alcázar de San Juan y el 15 de Septiembre de 1958, de
manera particular, ya que no había licencia, comienza a dar clases en el
colegio el Porvenir de Madrid.
Sus primeros escritos se publican en la revista el Amigo de la Infancia , el 15 de Abril
de 1934 publica un cuento ambientado en Villa del Campo, su pueblo natal, titulado
“Morito”, dicha revista pertenecía a la librería Nacional y Extranjera, fundada
por el alemán Federico Fliedner, que se estableció en España tras la libertad
religioso que en 1868 trajo la
Gloriosa , al cuento Morito le siguió “Medellín”, 6 de Mayo
del mismo año, el 6 de Enero de 1935 aparece “Invierno” y el 25 de Agosto,
“Cosas de mi Tierra (Extremadura)” le siguió “Currito (Recuerdos Infantiles)”
publicado en tres números, 22, 29 de Septiembre y 6 de Octubre, en 1936 la
revista dejó de publicarse, el siguió escribiendo pero no volvió a publicar
hasta 1992 que publica “Recuerdos del Porvenir” selección poética que versa
sobre sus compañeros donde fue profesor durante muchos años, ocupando varias
veces el titulo de director técnico. Dejó inéditos dos tomos titulados “Mis
Coplas” 1993 y “Nuevas Coplas” 1994.
Samuel Pool Barquero |
Que Samuel era un portento sobre idiomas, nadie lo podrá dudar,
su abanico de lenguas era impresionante y entre ellas no faltaba el dialecto
Castuo de su tierra, algo que no se aprende en institutos, universidades o academias, el Castuo hay que mamarlo de las entrañas de la gente de su tierra y
en Castuo nos dejó escritos un puñado de entrañables poemas, que nos recuerdan
las costumbres y tradiciones de esta tierra, entre sus escritos se halla
“Morito” un cuento ambientado en Villa del Campo, que a buen seguro Samuel oyó
de boca de su abuela que era natural de esta villa y que más tarde Samuel daría
cuerpo literario, en “Morito" se aprecian escenas plenamente identificables en la localidad.
Y volviendo a la familia paterna de Samuel, que como ya se
ha indicado se estableció en Trubia, donde llegó a ser apreciada, dicha familia
entronco con los Ortiz, de los que procede la reina Leticia, de tal modo que la
tatarabuela paterna de la Reina Letizia y el abuelo paterno de Samuel, eran
hermanos e hijos de James (Diego) Pool Cornforth que entro en España de la mano
de Elorza en 1838.
“MORITO”
Cuento de Samuel Pool Barquero
Muchas son las historias y cuentos escritos acerca de la fidelidad
de algunos animales domésticos; todos ellos encierran enseñanzas muy útiles
para los niños y mayores; por esta razón yo voy a contaros, queridos amiguitos,
una historia que tuvo lugar en un pueblecito Extremeño.
Villa del Campo es un pueblo situado al Norte de Extremadura, en las derivaciones de la Sierra de Gata; sus casitas blancas, edificadas en las laderas de las montañas, semejan a lo lejos una bandada de palomas posadas sobre sus faldas.
Un pequeño
arroyuelo, dando saltos de roca en roca, como un chiquillo travieso desciende
de la montaña a la llanura, donde sus aguas se deslizan tranquilas,
fertilizando las huertas cercanas. Cuentan que un día llegaron al pueblo unos
arrieros y dejaron abandonado allí a un hermoso galgo; el pobre animal, al
verse solo, vagaba, por el pueblo buscando donde refugiarse y comer algo; todos
los perros le salían al encuentro ladrándole; el perro huía solo y triste. Al
pasar por una de las calles, un grupo de chuiquillos que salían de la escuela
encontró al pobre galgo marchando sin rumbo fijo; los muchachos, al verle,
saltaron de alegría; uno de ellos, el más decidido, comenzó a llamarle
mostrándole un trozo de pan. Impulsado por el hambre el galgo se acercó, aunque
un poco temeroso a los revoltosos; éstos, fingiéndole cariño, lo acariciaban,
mientras uno de ellos le ataba fuertemente unas latas a la cola; todos
prorrumpieron entonces en una tremenda algarabía; el pobre animal, al oír el
ruido que produjeron, salio corriendo, preso de un terrible espanto, entre las
risotadas de los muchachos. Por todas partes que iba lo recibían a pedradas;
mucho corrió el pobre animal; por fin, cansado, jadeante, se paró no muy lejos del
molino, dando lastimeros ladridos. Al oírlo, el molinero, que era un hombre muy
cariñoso con los animales, se acercó al perro con gran cuidado, le desató las
latas y, dándole cariñosas palmaditas en el lomo, lo llevó al molino. Allí le
curo las heridas y le dio de comer abundantemente; hecho esto lo llevó a un
rincón, donde tenía mucha paja y, ahuecándola, lo mandó acostarse allí.
Agradecido el perro, lamía las manos de su bienhechor. Alegre pasó algunos años
con su nuevo dueño, acompañándole a todas partes. También los hijos del
molinero encontraron un nuevo y fiel amigo, a quien llamaron “Morito” por el color de su pelo. Su
felicidad no duró mucho; un día el molinero murió, dejando en la miseria a tres
niños y a una mujer; todos lloraron la irreparable pérdida; el perro también
quedó muy triste. Unos hombres enlutados colocaron al noble molinero en una
gran caja negra y, cargándola sobre sus hombros, se encaminaron al cementerio, “Morito” seguía el triste cortejo;
cuando hubieron enterrado al molinero, todos salieron cabizbajos, abatidos,
cerrando tras si la puerta del Campo Santo. No pudiendo entrar de otro modo, el
triste perro saltó la tapia y, con paso lento, se acercó a la fosa, sobre la
cual se acostó. Llegada la noche el perro comenzó a aullar, dando una lúgubre
nota con sus quejidos al “Campo Santo”. Al oírlo, los vecinos del pueblo
se alarmaron; muchos creían que eran quejas del alma de difunto estos gritos.
Al siguiente día algunos mozos del pueblo marcharon al cementerio para
cerciorarse de dónde provenían estos aullidos, y encontraron, con sorpresa, al
perro tumbado sobre la fosa de su dueño. Compadecidos los mozos cogieron al
perro y, haciéndole caricias, lo llevaron a casa de sus dueños. Pocos días
después la mujer del molinero se vio obligada a servir, para ganar el sustento
a sus pequeñuelos. En una ocasión el perro, saliendo de su casa muy temprano,
desapareció en el monte. Los niños lloraron desconsolados la pérdida de su amigo, su
compañero de juegos los abandonaba; pero cuán grande sería la sorpresa de los
niños al ver aparecer al mediodía al perro con una liebre colgando de la boca; ellos la recogieron, mientras
el perro saltaba de gozo; “aquel día ya podían comer bien”. No tardaron
en contar a la madre la sorpresa que el perro les había dado; ella elevando los
ojos al cielo dio las gracias a Dios por la ayuda que le había concedido por
medio de aquel animal.
Desde entonces el perro
salía todas las mañanas y regresaba a casa con algún conejo, liebre o perdices.
Mientras
tanto el molino, abandonado, se encontraba lleno de ratas, telarañas y polvo;
sus piedras yacían aletargadas, Así pasaron los años; el perro se hacia viejo,
pero los niños mozalbetes. Un día unos albañiles entraron en el molino y
comenzaron a tapar sus grietas, blanquear sus paredes y limpiar de toda
suciedad sus suelos; por fin, las aguas comenzaron a mover sus muelas bajo le
dirección de los tres hermanos; ya el molino renacía de su letargo. Se acabó la
miseria; la madre, viejecita, podía descansar de sus rudas labores; el perro
también dormitaba acurrucado en el mismo rincón que años atrás había sido su
muelle cama, mientras cantaban alegres los mozuelos al son de las piedras
incansables. Un día llegó un arriero al molino; el perro comenzó a ladrarle;
molesto aquél, la emprendió a palos con el “Morito”, y no contento con esto dándole un empujón lo tiró al agua; el
pobre animal, sin fuerzas ya, pereció ahogado. Al enterarse de esto los dueños
del molino corrieron a salvar a su buen perro, pero llegaron tarde; el perro
había muerto. Lo
cogieron llorosos y lo depositaron en un hoyo oculto en un bosquecillo, lleno
de flores, no muy lejos del molino.
Aun existen unas piedras labradas, carcomidas por el tiempo,
indicando el lugar donde yace un fiel amigo del hombre que sacrificó gran parte
de su vida haciendo bien a aquellos que tanto le querían.
Samuel
Pool Barquero
Algunos poemas de Samuel Pool Barquero
Mi
pueblo
S´esconde
mu lejos En el
Campo Santo
el
sol, despacino… salen de los
nichos
lo
mesmo qu´un misto vestías de blanco
s´apaga
n´el selo… las almas en
pena…
Ya
de las chicharras La lechuza
blanca
s´ajoga
el zumbío… ronda por
l’iglesia
la
luna s´enciendi poniendo silencio
en
lo alto del cielo… ca vez que
chistea…
S´arriman
al pueblo Entonces el
pueblo
los
mozos del campo, dormio se quea
cantando
flamenco sus calles se
encuentran
alejan
sus penas… oscuras
desiertas…
La brisa brincando De l’alta
campana
por entre las breñas, dos golpes resuenan,
retuerce las jaras lentos,
apagaos,
jaciendu piruetas… llenos de
tristeza…
Más no hay quien
espante
Un lobo en lo oscuro, al juerte sereno
alza la caëza que
ronda las calles
aullando mu ronco, cantando, mu
recio…
al olen la presa… ¡Ave
María… Purísima!
Al aullar el lobo por toa la sierra ¡Las dos y sereno!...
resuena su eco
Y, al cesar su cante.
igual que una queja… Güelve to al
silencio…
Juan y su maestro tu lo puedes ver
están en la gragua iré con mis
hijos…
golpean el hierro y con mi
mujer…
con arte y con gracia. tu irás al campo
eso sí lo sé
Aguzan las rejas a correr
los galgos…
luego las ajustan esto me
demuestra
a la vertedera, que no
tienes FE.
achican los arcos
de las fuertes ruedas ¿Y eso en que
consiste?...
que otros preparan -Es cosa sencilla…
con dos piñas nuevas. Creer a pies
juntillas…
lo que no se ve…..
Sus hábiles manos
con fuerza moldean - Pues mire maestro
todos los herrajes ¡Eso si
que es cierto!!!
que son necesarios Allí va
Manuela
pa labrar las tierras. La mujer del cura…
Este mes de Agosto - Eso no se dice.
con tanto calor ¡Eso
es una locura!!!
machacando hierro
caen de sus frentes ¡Eso no se ve!!!
gotas de sudor.
¡Ya entiendo, maestro,
Mañana descanso
iremos a misa ¡QUE
NO TIENE FE!!!
El Tío Alegrías
Bien de mañana Cuando
se apaga
por todo el día, la
luz del día
las calles rectas vuele
a su casa
de Santa Amalia muy satisfecho
recorre siempre “EL TÍO ALEGRÍAS”
“EL TÍO ALEGRÍA”
Siempre da gracias
Va pregonando al Dios Eterno
con voz potente, porque le ayuda
de vez en cuando porque le anima
a aquellas gentes… porque está
bueno
Desde muy lejos y le
acompaña
se escucha su
eco… en todo tiempo…
Salid vecinos En
Dios confía
aquí lo tengo… porque
es muy grande
¡Queso de oveja!!! su gran
cariño
QUESO!!! pues
todo esto ya lo sabía
¡al buen
queso!!!
desde muy niño…
Ni los calores
Esta
es la causa
del duro estío
de estar contento
del norte, el aire y es desbordante su
simpatía…
o la escarcha fría…
Todos le
quieren
Jamás le impiden
en este
pueblo
vender su mercancía… todos le llaman
¡AL BUEN QUESO!!!
“EL TÍO ALEGRÍAS”
Va salmodiando
siempre risueño…
“EL TÍO ALEGRÍAS”
El Tío Rena
Campesino
Norberto, ¿T’as enterao? ¡Que rompes el surco…
Bestia!
¡Esto tiene mucha gracia! ¡¡¡Que no me tires
patadas!!!
¿Qué el Rena se va a meter
a campesino mañana?... Uno tira, afloja el otro
y los dos de
mala gana
Ha comprao cuatro fanegas se mueven muy lentamente…
junto al quinto de las cabras, ¿Y los surcos?... ¡Que desgracia!
una yunta de borricos,
p’a empezal a cultivalas, Culebrean que es un
gusto!!!
¿Y el comercio?
Lo ha dejao El Rena, por
fin, sudando
que se lo atienda su hermana… y renegado con rabia
con el más torpe se encara…
Y dice que de esa forma ¡Pero burro animal!
grande será la ganancia…
Pos mañana amaneciendo, No te das cuenta, maldito!
nos juntamos en la plaza Que
lo estas haciendo mal,
yo, y tu… y Blas el de la Juana , que por más que te corrijo,
y a buen paso nos marchamos
no caminas como es justo!
hacia el quinto de las cabras, por
tu respectivo surco!
en la linde nos sentamos…
y veremos lo que pasa…
¡Que no
escuchas mis voces,
que en lugar de obedecerme
Con el clarín de los gallos me contestas con tus coces!!!
viene clareando el alba.
Las mujeres afanosas,
Deja
los discursos Rena,
barren y arreglan las casas
admiro lo que
estoy viendo,
y los hombres se incorporan dice Blas, ¡Dame las riendas!...
asu brega cotidiana. ¡Estos son mis
argumentos!!!
Tieso, orgulloso, optimista Con una vara de olivo
abre el rena la portada, Sacudió a los jumentos
la yunta ya tiene uncida Una paliza de abrigo…
y va a demostrar al pueblo Y solo dijo, ARRE: BURRO…
que es un hombre con agallas… Esas fueron sus palabras
se acaban los argumentos
En la finca los aperos se acaban los discursos…
prepara con gran prestancia.
La yunta ya está en su sitio… Como tiraron entonces
Se va a comenzar la arada… tan derechos, tan retiesos,
y tan fuertes ambos burros!!!
Con la mano firme y con genio
a la mancera se agarra. Desde entonces el buen Rena
¡Arre burro!... Dice muy fuerte ya sabe tratar a los burros…
y todo se pone en marcha… Y crecieron cebollas, pimientos,
Pero ¿Cómo van los burros?... pepinos y tomates finos
que se estiran, que se agachan, en la
güerta que araron al Rena
que tiran coces, que alargan los dos
pollinos…
las orejas… ¡Que reculan!... Yo me digo seriamente y pregunto
y caminan retorcidos que la
historia conozcan los chicos
sin escuchar las palabras… y no
les pase, si son holgazanes,
¡Arre burro ¡…¡Que te tuerces!... lo que a aquellos rebeldes pollinos.
Pero animal, ¡Que le pasa!
Aquella Sombra
Porqu’enlo oscuro veo
blincal la sombra aquella…
Y luego ella me sigue,
¡Me ronda… Mu cerca!
Y escucho que me dice
lementos que ciegan…
Palabras que m’atontan
quènturbian mi caëza…
¡Sus ayes… Se barruntan
mu cerca de l’iglesia!...
a hablal más con la
Petra ,
porque l’an maldecio,
porque ella era no fue buena…
porque esa sombra escura,
que ronda por l’iglesia,
que ronda por l’iglesia,
m’an dicho qu’es de un hombre
¡Que s’a matao por ella!...
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