Imagen de San Sebastián, Iglesia Parroquial “Nuestra Señora de los Ángeles” (Villa del Campo)
Foto cedida por Antonio Pariente Gutiérrez
San Sebastián valeroso,
vecino de la laguna,
oye cantar a las ranas
entre las doce y la una.
Hermosa imagen de San Sebastián, aunque libre de ataduras, cumple plenamente con los cánones establecidos, en torno al santo, cuerpo y tronco parecen fusionarse sin necesidad de ligaduras, y siguiendo la característica icnográfica de la mano derecha levantada, a la vez que fija el brazo en el tronco, la mano sujeta la corona que lo muestra como santo.
Detalle brazo derecho |
San
Sebastián fue un soldado romano, (la
graduación varia según las fuentes) que ayudaba y alentaba a los cristianos
encarcelados, y ejercía el apostolado entre sus compañeros, fue denunciado y
Diocleciano que lo apreciaba, le obligó a escoger entre su posición militar o
su fe religiosa, eligió su fe y el enfurecido Emperador, mandó que muriera
asaetado.
La
iconografía moderna, muestra al santo imberbe y semidesnudo, aunque no siempre
fuera así, otra de sus características es su composición corporal atlética,
unido a su resistencia física, valor y entrega, entre otros, es considerado,
patrón de los atletas.
Relativamente tiene pocas saetas, y quizás tenga algo que ver, con que San Sebastián no murió asaetado, aunque lo dieron por muerto, sobrevivió al martirio, tras la recuperación no huyó y sin dudarlo, se presentó ante el Emperador Diocleciano, reprochándole su conducta de persecución a los cristianos, enfurecido Diocleciano, mandó que lo apalearan hasta morir y esta vez los soldados cumplieron a rajatabla la orden.
Detalle brazo izquierdo |
Hoy
día, este santo, patrón de innumerables localidades, está un tanto olvidado en
Villa del Campo, pero en un tiempo no muy lejano, contaba con una ermita
compartida con el también Mártir San Fabián, ubicada en el alto de las eras,
motivo por el que cobra sentido la alusiva coplilla de las ranas, aunque hoy
día, tanto la ermita como la laguna han desaparecido. En torno a su ermita el
20 de Enero, se celebraban grandes fiestas de carácter caritativo, sufragado
por la Cofradía de la Misericordia, como era habitual estas cofradías y
ermitas, edemas de los cofrades, solían contar, con propiedades que aportaban
ciertos beneficios y con ellos mantenían el culto y las tradiciones, las
progresivas desamortizaciones fueron acabando con las remesas y con ellas
desaparecieron muchas ermitas y cofradías, caritativas. (Entre otras, la Cofradía de la Misericordia tenía como instituto y
cargas servir a los pobres, tanto locales como forasteros, en sus enfermedades
y necesidades, así como darles cristiana sepultura a cuantos sin caudal
muriesen en la jurisdicción de la Villa).
Así pues sabemos que San Sebastián tenia ermita y dotación, que es muy festejado
en pueblos cercanos y de la tradición que existía en Villa del Campo el día de
su festividad, cada 20 de Enero, la Cofradía de la Misericordia solía gastar más
de 200 reales de vellón, en dar a los pobres una libra de pan, un vaso de vino
y un poco de queso, y que con anterioridad gastaban una vaca entera que
consumían los más necesitados, también se sabe que en la ermita había misa, y
procesión, y que estas costaban 23 reales de vellón entre el cura y el sacristán,
y que cuando ya no pudo celebrarse la misa en la ermita por hallarse derruida, la
celebración se continuo celebrando en la Iglesia Parroquial.
E. Moreno